Juan Carlos Magen, el hombre de 68 años que mató a su vecino de un disparo en La Plata porque sus hijos tiraban pirotecnia durante los festejos por Navidad, declaró el viernes y dio su versión de los hechos. Daniel Ramírez, de 45 años, fue asesinado a tiros en la intersección de las calles 609 y 4, en un complejo de monoblocks, hecho que generó conmoción en el barrio Aeropuerto.
El hombre habló ante el el fiscal Patricio Barraza, titular de la UFI N°6, y reconoció que cometió el homicidio. Sin embargo, dio su versión de los hechos y sostuvo que los disparos que efectuó fueron accidentales.
De acuerdo a lo que publicó el portal platense 0221, Magen dijo que la discusión comenzó por los ruidos de la pirotecnia en la madrugada del 25 de diciembre, durante los festejos por Navidad. Luego aseguró que el asesinato se produjo cuando se resbaló en la escalera de la torre C1, algo que provocó que el arma se accionara por sí sola.
Por otro lado, el acusado -imputado por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego y amenazas calificadas”– admitió haber disparado dos veces pero negó haber amenazado a la víctima previamente o haberla rematado cuando yacía herida en el piso. En tanto, indicó que no buscó venganza y mencionó un presunto hostigamiento por parte de la familia de Ramírez.
“Las bombas de estruendo me terminaron de enloquecer”, dijo Magen ante las autoridades de acuerdo con el medio local. En su declaración indagatoria, agregó: “Esta gente es problemática y teníamos discusiones de tipo vecinales por temas de convivencia en el edificio”.
Esta versión es distinta a la reconstrucción judicial y a las declaraciones de la familia de Ramírez. La esposa de la víctima, Malvina, contó en diálogo con Telefe: “Salió a decir que iba a matar a mi marido. Nos metimos adentro para evitar problemas. A la tarde salimos, salió de nuevo él a molestar y nos metimos adentro”. En tanto, sostuvo que ese conflicto se agravó a la noche y derivó en el fatal desenlace.
Asimismo la mujer aseguró que cerca de la medianoche, cuando ella y su familia regresaban al monoblock, se encontraron a Magen esperándolos en la escalera. “No le dio tiempo a nada, le tiró seis tiros al hermano de él, después le tiró a él, lo dejó en la escalera, tirado, con dos disparos”, afirmó.
Y sumó: “Le preguntó a mi marido antes del segundo disparo ‘¿todavía estás vivo vos?’. Este hombre seguía tirando ya con mi marido muerto en la escalera”.
La discusión por el uso de pirotecnia y los ruidos molestos había comenzado durante la tarde, de acuerdo a la reconstrucción de los hechos que hizo la Justicia. Magen se había quejado con Ramírez al escuchar a sus hijos tirar pirotecnia desde temprano. Esto, se informó, también había generado tensiones con otros vecinos del barrio. Sin embargo, Ramírez no le dio importancia al reclamo y su familia continuó con la actividad.
Cuando llegó la madrugada, los hijos de la víctima retomaron el uso de pirotecnia y, en medio de los brindis y las celebraciones, Magen disparó hacia la familia que se encontraba en la vía pública.
Ramírez recibió al menos dos disparos en el cuello y en el hombro izquierdo. Se cree que la primera herida fue la más grave y la que le ocasionó la muerte. La víctima murió en el descanso de una escalera del monoblock.
Poco después de los disparos, personal de la Policía Bonaerense intervino en el lugar, y logró reducir y detener al agresor dentro de su vivienda. En el allanamiento realizado con posterioridad, los efectivos secuestraron un gran arsenal.
Magen tenía una pistola Bersa Thunder calibre .40 -que se cree que fue usada en el ataque-, una escopeta calibre .20 -con munición en recámara-, un rifle de aire comprimido de 22 pulgadas, municiones, una funda de pistola y otros elementos relacionados con armas de fuego.
