Detrás de las sonrisas que los integrantes del gabinete que compartieron una foto «familiar» en el brindis de fin de año de Javier Milei en la residencia de Olivos, hay mucha desconfianza y paranoia. La difusión de los audios del ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Diego Spagnuolo, y la agudización de la interna entre Karina Milei y Santiago Caputo han llevado a los ministros y funcionarios de confianza del mandatario y de su hermana a tomar recaudos con sus teléfonos celulares.
«Hay cero código en este espacio. Nunca me ha pasado de hablar con gente de la política y estar preocupado por si me graban», explica, con resignación, un dirigente de La Libertad Avanza cercano a la secretaria general de la Presidencia.
Otro estrecho colaborador de Karina sostiene que a la titular de LLA «le gustan las reuniones personales cuando tiene que hablar algo importante». La realidad indica que son varios los ministros que cuando reciben a colegas del gabinete, empresarios o periodistas optan por apagar o alejar los celulares de la mesa de reunión por miedo a ser grabados o porque éstos se activen en forma remota. Otro integrante del equipo de Gobierno opta por depositar los teléfonos móviles en una suerte de «locker» cercano a su oficina.
Pero hay fuentes oficiales que afirman que esas precauciones no llegan a al primer mandatario y a su hermana. Hace tiempo el ex jefe de Gabinete Nicolás Posse, le había facilitado un «teléfono seguro» al libertario que prácticamente no habría utilizado. «Karina no se cuida con los whatsapp: he tenido que borrar chats en los que decía cada barbaridad», exagera una de las fuentes consultadas.
Sí hay protocolos que se cumplen cuando el Presidente reúne a su gabinete en Casa Rosada o en tertulias como la del lunes pasado a la noche cuando se realizó el asado de fin de año en la quinta presidencial. Cada ministro tiene que dejar su celular en un cofre o en un canasto de mimbre -personal de Ceremonial de Presidencia se encarga de esa tarea en Balcarce 50- a fin de evitar insidiosas filtraciones. Es sabido que a Milei no le gustan que trasciendan detalles de lo charlado en las reuniones de gabinete.
«Me dijeron desde la SIDE que siempre que me reúno con gente deje el celular apagado», se confiesa uno de los ministros que toma estas medidas de cuidado sin dudar.
La paranoia que se apoderó del elenco oficial tras la filtración de los audios de Spagnuolo no solo tiene relación con el riesgo a ser «grabado» por su interlocutor sino por un eventual hackeo externo. También hay temor a que un audio propio se pueda modificar mediante el uso de inteligencia artificial (IA). «Te recortan: por eso tenés que cuidarte. Y luego usan ese corte para hacerte decir cualquier cosa», esgrime otra calificada fuente consultada por este diario.
Las internas libertarias también han generado episodios incómodos: un actual integrante del Senado bonaerense denunció en 2023 haber sido «grabado» por un actual diputado nacional libertario. Y un reconocido integrante de Las Fuerzas del Cielo «amenazó» a un dirigente bonaerense referenciado en Sebastián Pareja con difundir audios «comprometedores» en su contra.
Pero no sólo hay temor por una eventual infidelidad interna sino que existe desconfianza en el accionar opaco de los servicios de inteligencia. El cambio de mando en la ex AF,I -a principios de diciembre asumió Cristián Auguadra en reemplazo de Sergio Neiffert-, no ha cambiado las críticas internas a su funcionamiento.
