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Son las vacas favoritas de la Reina, pero ella no las recomienda como mascotas

En la Exposición Rural de Palermo no solo se puede observar la élite genética de las principales razas bovinas de la Argentina, sino también la de algunas razas alternativas que aportan color, historias y algo más a estas pampas. Un ejemplo de ellas es la raza West Highland, que llama la atención del público por sus grandes cuernos y su pelo largo y abundante. “Es originaria del norte de Escocia, de las tierras altas donde hay nieve, por eso tienen mucho pelo que los protege del frío. Además tienen que ser astados porque usan los cuernos para correr la nieve y comer el pasto”, explica Tuani Huffmann, quien en la localidad de 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires, tiene una cabaña de West Highland desde hace trece años.

Después agrega un dato clave: “La carne es muy buena, bien marmoreada, es decir que la grasa está bien metida en las vetas. Es la carne que come la familia real británica, que tiene un campo de 5.000 hectáreas en Escocia, donde es todo montaña». Las fotos de la reina Elisabeth y el rey Felipe en las colinas con la hacienda dan cuenta de esa pasión.

Huffmann comenta que uno de los dos toros que trajo a la muestra se vendió, pero que por lo general no es una raza muy comercial en estas tierras. “La gente me dice que les interesa como mascota, pero yo para eso no los vendo porque son muy peligrosos, bravísimos. Yo tenía uno negro que me mató un toro Blonde D’Aquitaine, me lo dejó con las tripas en el suelo, y también atacó al encargado del campo cuando iba a caballo”, cuenta.Los reyes británicos en una recorrida por sus campos de escocia.

Los reyes británicos en una recorrida por sus campos de escocia.

Blonde D’Aquitaine es otra raza alternativa de la que Huffman también es criadora. De hecho su padre fue pionero de esa raza en la Argentina, hace cuarenta años. Primero importaron 2.000 dosis de semen para probar con cualquier vaca que apareciera por el camino, y como nacieron y anduvieron muy bien, trajeron cinco vacas y un toro. Después, a fuerza de transferencia embrionaria aumentaron la base genética. “Como las hembras no se vendían, yo siempre fui muy estricta en cuanto a la selección de los vientres, muy severa, y ahora tengo un plantel de vacas espectaculares”, dice la cabañera.Tuani Huffmann con un toro Blonde D'Aquitaine. foto Marcelo Carroll

Tuani Huffmann con un toro Blonde D’Aquitaine

Los Blonde D’Aquitaine surgieron en Francia a partir de la fusión de otras tres razas francesas -Quercy, Garonnais y Blonde de los Pirineos-, pero si se remonta la línea genética más atrás en el tiempo se descubre una fuerte herencia índica que hoy se expresa en algunos rasgos: cabeza pequeña y frente angosta que facilita el parto, testículos alargados, y cuero sobrante bajo la mandíbula para refrescar la sangre.

“Además son magros y se pueden cruzar con todas las razas. Es una raza carnicera, de hueso fino, parición muy fácil y una ganancia muy buena. Estos nacieron con 42 kilos y al mes duplicaron su peso. En un mismo potrero con terneros Hereford y Angus ganan por 40 o 60 kilos de diferencia”, afirma.

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