«Nunca nadie pudo predecir lo que pasa cuando la gente sale a la calle», reflexionaba el senador Oscar Parrilli mientras avanzaba por Avenida de Mayo al frente de la columna del Instituto Patria, detrás de La Cámpora y varias cuadras por delante del Movimiento Evita, en la movilización convocada en repudio al atentado contra Cristina Kirchner.
La frase encierra un deseo pero sobretodo una verdad. Quedó claro que gran parte de los que se manifestaron palpitan ya la candidatura de la Vicepresidenta para el 2023. También fue evidente que aunque en los discursos se invitó a todos los sectores políticos, la Plaza de Mayo fue ocupada por los distintos sectores del peronismo con toda su liturgia. Basta un ejemplo: el ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis recorrió bares y pizzerías arengando a los presentes a cantar la Marcha Peronista.
LA PALABRA DE MÁXIMO
El acto que hubiera tenido lugar en Merlo este sábado y que se suspendió por el atentado que sufrió la Vicepresidenta estaba previsto casi como un lanzamiento presidencial. Sin embargo la decisión no está tomada o al menos eso se infiere de las declaraciones de su hijo Máximo Kirchner el día anterior. Roberto Navarro trató de hacerle decir que será candidata. El diputado insistió en que ser Presidente es un gran desgaste aunque señaló a su madre como la más capacitada para conducir al país.
«Falta, estamos todos juntos y unidos pero esto no tiene que ver con candidaturas»
La gran verdad que encierra la declaración del senador Parrilli es que falta mucho tiempo y todo puede pasar. «Todo es muy dinámico. Hay que ver cómo se acomoda todo. Ahora hay que agachar la cabeza y trabajar», respondía a esta columnista un prudente intendente del Conurbano que motorizó la movilización. Un funcionario del Frente Renovador que se sumó a las cuatro de la tarde, el horario de convocatoria massista, decía más o menos lo mismo: «Falta, estamos todos juntos y unidos pero esto no tiene que ver con candidaturas».
SENSACIÓN K
La propia Cristina Kirchner sabe que los patios militantes pueden generar sensaciones falsas. «Sucederá lo que ustedes quieran que suceda», se despidió el 9 de diciembre del 2015 en una Plaza de Mayo repleta de gente. Dos años después cayó derrotada en la provincia de Buenos Aires. Y en 2019 volvió al gobierno como Vicepresidenta de Alberto Fernández y aliada con sus otrora detractores. Supo que con ella sola no alcanzaba.
La imprevista muerte de Néstor Kirchner en octubre de 2010 despertó a la militancia a miles de jóvenes. El mismo día del velorio, un gurú de la oposición advirtió que Cristina Kirchner atravesaría su duelo con más poder. Así fue y aquellos jóvenes son lo más leal que hoy tiene a su alrededor.
Sin embargo, desde aquel 54% de los votos que sacó en su reelección hasta hoy transcurrieron 11 años, los cuatro de su segundo gobierno, los cuatro de Mauricio Macri y los dos años y 9 meses que llevan los Fernández al mando. Ninguno solucionó problemas de fondo como la inseguridad, el crecimiento y la inflación.
CAPITALIZAR EL ATAQUE
Cristina, que no advirtió el arma ante su frente según declaró a la Justicia, sí tiene visión política. Para candidatearse o designar herederos necesita reconstruir algo más que lo que tiene. Hasta hace un mes, muchos creían que el 2023 estaba perdido para el peronismo y apostaron a Sergio Massa como la última posibilidad de enderezar la economía.
La centralidad que le dio a CFK un absoluto desconocido, Fernando Andrés Sabag Montiel, no es la llegada sino un posible punto de partida. El intento de asesinato la convirtió, para los propios, en una víctima a proteger, mucho más que el vallado de Horacio Rodríguez Larreta. Tras el ataque y sin hablar ni moverse de su departamento, la Vicepresidenta recibió amplios apoyos.
Incluso el Presidente Alberto Fernández visitó a CFK y le cedió una camioneta blindada para protegerla. La llamaron o le escribieron desde la embajada de Estados Unidos al Papa, desde Mauricio Macri a Ignacio Lula Da Silva y otros líderes de la región y dirigentes de la oposición, salvo unas pocas y criticadas excepciones.
Sin embargo la lista de declaraciones no se traduce en votos ni en acuerdos políticos. Lo dijo Romina del Plá en la sesión especial de Diputados tras solidarizarse con CFK: «El repudio no tiene por que ser un apoyo político al Gobierno». De hecho los diputados de la izquierda se abstuvieron en la votación del documento de respaldo.
DIVISIÓN OPOSITORA
La otra consecuencia del intento de asesinato fue la incomodidad que generó a Juntos por el Cambio tanto en las expresiones públicas como en la estrategia en Diputados.
Con muchas bancas vacías sólo se aprobó el documento de repudio al atentado gracias a los buenos oficios de Cecilia Moreau, debutante presidenta de la cámara baja, y Germán Martínez, titular del bloque del Frente de Todos. También por la voluntad de negociación de los jefes opositores Mario Negri (UCR) y Juan Manuel López (CC) y un poco por Cristian Ritondo, condicionado por ‘halcones’ y ‘palomas’, que no dio quórum con su bancada pero votaron a favor.
Máximo Kirchner siguió la sesión desde su despacho. No bajó al recinto ni se dejó ver desde el sábado 27 a la noche cuando lo golpeó la Policía de la Ciudad frente al departamento de su madre. Aún así, está detrás de todas las estrategias que despliegan los dirigentes que lo rodean como Andrés Larroque.
LA CALLE Y EL JUICIO
La Cámpora ya prepara otras acciones para capitalizar la sensibilidad que generó el ataque a la Vicepresidenta. También para mantener el estado de alerta en la etapa final del juicio por la obra pública en el que el fiscal Diego Luciani pidió 12 años de prisión para Cristina Kirchner. Habrá convocatorias en el territorio, presencia militante en los barrios, actos y distintas actividades en forma permanente. El viernes movilizaron en todo el país y anoche publicaron un artículo con fotos y el título «Las plazas del amor».
Kirchneristas y no kirchneristas prevén el mismo escenario: que todo el peronismo se reactive en la calle mientras le dan tiempo a Sergio Massa para que muestre resultados en la economía. El viaje a Estados Unidos no corrió peligro. Los más optimistas esperan un mejor diciembre y un principio del próximo año con tendencia a la baja en la inflación.
Este lunes arrancan los alegatos de los defensores de los 13 acusados en la llamada causa Vialidad. La Vicepresidenta es una de los 13 y ya prevé fallos en contra. Como no pudo imponer las reformas al Poder Judicial que impulsó en el Congreso su campo de disputa es la escena pública.
No logró ganar la larga confrontación con una parte de los medios ni con la validación de la Corte a la ley sancionada en 2009. Mauricio Macri la modificó por decreto y en cada acto ella los señala como sus mayores adversarios.
El documento leído frente a Casa Rosada apela a la «Paz Social» como una construcción «colectiva». Se negó a firmarlo la DAIA y tampoco el Gobierno invitó a la oposición. «Quienes cedieron minutos de aire a los discursos de odio deberán reflexionar sobre cómo han colaborado para que lleguemos hasta esta situación», leyó la actriz Alejandra Darín.
En sintonía, este sábado La Cámpora compartió un mensaje de Wos desde Chile. Músico y actor, el argentino habló de los «hechos muy repudiables en mi país de violencia y de odio perpetuado todo el tiempo por los medios de comunicación contagiando esa misma m… Basta de odio, de violencia y de atentar contra la democracia. Para los giles, para los medios que tergiversan las cosas, que promueven mierda y para los morbosos les deseamos una mejoría». Luego cantó «Que se mejoren». El video de lanzamiento de ese rap también lo compartió completo la agrupación K.