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También faltan camisetas de la Selección Argentina en las casas de deportes

«¿Camisetas de Argentina? ¿Me estás hablando en serio?» Entregan por cuentagotas y apenas llegan se agotan inmediatamente«. De este modo, la encargada de una sucursal de una cadena de indumentaria deportiva ubicada en el barrio de Villa Urquiza respondió la consulta sobre la notoria escasez de la casaca oficial que lucirá la Selección en el próximo Mundial de Qatar. Desde Adidas dicen que fabrican todo lo que pueden, pero que la demanda los desbordó.

Otros culpan a las restricciones para ingresar telas importadas al país, un insumo clave para elaborar camisetas deportivas de alta gama. Como con los neumáticos, las figuritas y los dólares al precio oficial, conseguir una camiseta argentina hoy es una odisea.

«La demanda superó todos los cálculos y saturó la capacidad de producir», justifican desde la marca de origen alemán. La sorpresa es doble. Por un lado, Adidas proyectaba vender 15% más que en la Copa del Mundo anterior y al parecer se quedaron cortos. Y por otro, la venta fuerte arrancó mucho antes de lo previsto: «En general empiezan dos semanas antes del inicio del Mundial», subrayan con pesar.

Adidas es main sponsor de la AFA y su principal fuente de ingresos son las regalías por las prendas oficiales que se venden. «Lógicamente que estamos preocupados por el desabastecimiento, pero esto no lo podemos resolver. Acá se juntan varios problemas: el cepo a las importaciones y la falta de mano de obra calificada para aumentar la producción», señaló una fuente de la entidad.

Oficialmente, la nueva camiseta de la Selección salió a la venta el 28 de julio. Posteriormente se sumó la alternativa, donde predomina el color violeta. Ambas vienen en dos versiones. La «réplica» (también llamada para el hincha) cuesta $ 17.000 pero la premium (idénticas a las que usan los jugadores) cotizan en torno a los $ 29.000. Estas últimas se confeccionan con telas importadas y prácticamente ni se ven.

La producción de indumentaria de Adidas está en manos de RA Intertrading. Allí destacan que trabajan con 10 líneas de producción y 13 operarios en cada una, y que su principal dificultad para incrementar el volumen es la falta de personal entrenado. «El proceso para confeccionar camisetas es muy complicado, es un trabajo muy artesanal y que requiere de costureros, cortadores y sublimadores expertos y capacitados», explican.

En la industria de la indumentaria recalcan que la limitación tiene que ver con la partida de muchos trabajadores bolivianos y peruanos, y que retornaron a sus países por la crisis económica y el tipo de cambio desfavorable. Esta problemática afecta a todo el sector. Desde Adidas niegan tener problemas con las importaciones, pero fuentes inobjetables del mercado sostienen lo contrario.

«La camiseta argentina se consigue en cualquier shopping de Estados Unidos. En el país casi no hay», retrucó una fuente de la AFA. En River (que es provisto por Adidas al igual que Boca) dan otro ejemplo: «Para lanzar la última versión de la camiseta se hicieron 10.000 unidades, cuando la cifra habitual era 30.000«, dijo un directivo del club de Núñez.

En las cadenas especializadas en actividades deportivas describen, con matices, que reciben camisetas de la Selección en forma constante pero en cantidades insuficientes para abastecer la demanda. «Adidas repone de manera continua, pero de a poco. Depende del momento, te faltan algunos talles y tenés otros, por lo cual nunca lográs tener profundidad», grafican.

La misma fuente agrega que la demanda se adelantó ya que en otros mundiales el furor de las ventas comienza un mes antes del inicio del torneo. Algunos creen que también confluyen otros factores, como el consumo postergado por la pandemia, la inflación y sobre todo, la alta expectativa que genera la Selección de Scaloni y su principal Figura, Leo Messi, en su última participación en una Copa del Mundo.

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