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Atentado contra Cristina. “Me dijo que iba a ‘pegar’ algo grande y se iba a llenar de guita”

Fue a principios de agosto, cuando nada hacía prever el atentado contra la vida de Cristina Kirchner. “Me dijo que iba a ‘pegar’ algo grande y se iba a cagar en guita. Que lo esperara unos meses”. El que dijo esa frase fue Nicolás Gabriel Carrizo, el denominado jefe de los ‘copitos’ que está preso como partícipe secundario del ataque contra la Vicepresidenta. La que lo escuchó fue Jaqueline, la ex pareja de Carrizo y madre de su hijo de 4 años.

Carrizo y Jaqueline tenían una tensa relación porque él no le pasaba a tiempo la plata para mantener al nene. Como siempre prometía que le pagaría, ella no le dio importancia. Pero después, cuando vio que Carrizo y su entorno quedó vinculado al intento de asesinato contra CFK, la mujer terminó ligando las dos circunstancias. “Cuando pasó lo de Cristina mi rompecabezas se armó. En un momento de enojo caí”, dijo.

Por eso, ya cuando Carrizo había caído preso y el celular estaba incautado en poder del juzgado, la mujer le mandó un audio el 29 de septiembre diciéndole: “Ahora entiendo lo del negocio grande y sucio en el que te metiste; sos un pelotudo te arruinaste vos solo y manchaste a tus hijos. Sabes como me miran a mi, espero no volverte a ver mas, no te acerques a nosotros. Justo te venis a meter con Cristina”. Carrizo nunca se enteró de ese mensaje. Al día siguiente, la jueza Capuchetti lo procesaría por su vinculación con el atentado.

Jaqueline declaró esta esta mañana en los tribunales de Comodoro Py ante la jueza María Eugenia Capuchetti, personal de la fiscalía de Carlos Rívolo y los abogados de la ex presidenta. Había sido convocada por la jueza, en el marco de las llamadas declaraciones de “concepto”, para saber quiénes son los acusados.

Jaqueline contó que vivía en la villa 31 y que tenía 16 años cuando conoció a Carrizo en 2016. La relación duró hasta 2019. Tuvieron un nene que hoy tiene cuatro años. Ella se peleó con su familia cuando empezó a verlo y terminó mudándose a su casa, junto con la madre de Carrizo y su hermano. Él ya gestionaba la máquina de copitos. Tuvo varios grupos de vendedores. Incluso algunas veces lo acompañó a vender. Pero la relación se terminó. Según declaró, él era muy machista y la maltrataba verbal y psicológicamente.

La joven aseguró en el juzgado que la conoció a Brenda Uliarte, acusada de ser “coautora” del intento de homicidio de la Vicepresidenta junto con su pareja, Fernando Sabag Montiel, el hombre que le puso en la cara un arma a Cristina Kirchner en la noche del 1 de septiembre y gatilló sin que el disparo saliera.Cristina Kirchner al salir de su casa luego del atentado (Gustavo Gavotti)Cristina Kirchner al salir de su casa luego del atentado

Jaqueline afirmó que Carrizo no tenía ninguna filiación política, pero era de escribir críticas en las redes. Primero contra Mauricio Macri. Después contra Cristina Kirchner y el Gobierno. Ella le decía que no escribiera eso porque se iba a meter en problemas, pero él seguía haciéndolo. “Tenía esa mala costumbre de que cuando escuchaba una noticia política lo escribía en Facebook. En ese momento era contra el gobierno de Macri, lo insultaba. Decía que ahora no te mataban por opinar. Decía que el Gobierno estaba mal. Que Cristina le había robado al país”, revelaron a Infobae las fuentes consultadas.

No obstante, cuando le preguntaron si alguna vez lo escuchó decir que atentaría contra la vida de algún político, la mujer afirmó: “No, nunca”. “Yo nunca lo escuché metido en nada. A él no le gustaba que el Gobierno le pague a los pobres. Le molestaba la gente que iba a las marchas, que nosotros trabajábamos para ellos”, declaró la joven. “Yo le decía que él no estaba en blanco y no pagaba impuestos, entonces que no me opine y me dé la plata” del nene, acotó.

En un parte de su declaración, Jaqueline contó que hace cuatro años, en 2018, Carrizo le aseguró que si le ofrecían “algo groso”, él lo haría. Ella inmediatamente pensó que se trataba de algo malo por sus amistades. En ese momento pensó que podía tratarse de un proyecto de instalar un negocio para hacer plantas de marihuana en el fondo de la casa. No le dio importancia. Pero ese recuerdo, dijo en su declaración, se reflotó luego del intento de homicidio de Cristina Kirchner y de las palabras de Carrizo diciéndole en agosto pasado que iba a “pegar” algo grande.

“Esperame unos cuantos meses porque me va a salir bien este negocio groso y te voy a poder dar las pensiones, a vos al nene y su otra mujer y a su otro hijo. Que se iba a cagar en guita. Así me dijo”, afirmó la joven. “Me quedé mirándolo y le dije que siempre decia lo mismo. Esto mismo me lo dijo muchas veces varios años antes. Siempre me decia que le iban a salir negocios grandes y que se iba a llenar de plata y no me iba a faltar nada”.

La declaración se produjo cuando la Cámara Federal se dispone a analizar las situaciones procesales de Nicolás Carrizo y de Agustina Díaz, procesados con prisión preventiva como coautores del intento de homicidio calificado contra Cristina Kirchner. Las defensas argumentarán mañana contra el procesamiento dictado por Capuchetti. Pero para la jueza ambos tenían “pleno conocimiento del plan criminal”.Brenda Uliarte y Sabag MontielBrenda Uliarte y Sabag Montiel

“Esto estaba planificado para dentro de una semana. Hizo todo mal. Es un pelotudo”, le dijo Carrizo en un chat a su hermanastra Andrea después del atentado. Eso terminó derivando en su detención. Estaba preocupado porque él les había dado un arma calibre .22 que pensó que habían usado para intentar ejecutarla. Y al mismo tiempo celebraba lo sucedido: “Cristina tiene miedo. Salió mal pero tiene miedo”. “Mi amigo estuvo a un segundo de convertirse en héroe nacional, Andrea. Estuvo muy cerca. Falló el arma. No lo entiendo. Andaba bien”.

Hay un diálogo puntual que se registra a los pocos minutos del fallido intento de asesinato. Brenda le pide a Carrizo: “Gabyy. Porfavor lo que paso no lo difundan hagamosnos los pelotudos. Vos no sabes nada”. Y agrega: “Porque sino vamos a caer todo en la volteada”. Carrizo le dice que la van a investigar y añade: “Estamos todos juntos. A la mierda esa cristina”.

“No lo creo. La próxima voy y gatillo yo. Nando fallo. Yo si se disparar bien no me tiembla la mano”, le dice Brenda. “Querés hacerlo?”, le dice unos minutos después Carrizo y Brenda le responde: “Te juro que sí. Y no me va a fallar el tiro. Pero hay que pensarla bien. Pasa que Nando no tiene mucha práctica le tembló el pulso”.

Para Capuchetti, “esta conversación reafirma a las claras que Carrizo ya sabía lo que iba a terminar ocurriendo, pues sus dichos a los pocos minutos del intento de homicidio, no denotan un desconocimiento del plan criminal, sino todo lo contrario”.

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