Los dispositivos y el contenido que viene con ellos están diseñados para ser irresistibles. Equipos de ingenieros analizan cómo un usuario interactúa con su dispositivo y en línea, y luego usan esa información para seguir perfeccionado las cosas. Su objetivo es mantener los ojos de un usuario en la pantalla el mayor tiempo posible y hacer que regrese por más.
“Es ingenuo pensar que un niño, cuyo cerebro aún es inmaduro, puede resistirse o limitar el uso de su propio dispositivo”, afirma Victoria Dunckley, psiquiatría integradora de niños y adolescentes, con formación en neurociencia. Autora de numerosos libros, entre ellos el best seller mundial “Resetea el cerebro de tu hijo”, creó un plan para revertir e impacto de la tecnología en el desarrollo académico y cognitivo infantil.
Dunckley, estadounidense con residencia en Los Angeles, desarrolló un plan de abstinencia de pantallas por cuatro semanas. Recomienda la desconexión total de los niños por ese tiempo. Asume que la escuela y otros familiares y amigos deben sumarse a este proceso, casi como si fuera un tratamiento médico.Entrevista:
– ¿Considera que hay algo bueno en las pantallas?
– En general se exageran los beneficios y se subestiman los riesgos. La evidencia nos dice que los niños que pasan la menor cantidad de tiempo frente a una pantalla tienen los mejores resultados en términos de salud mental, rendimiento académico, calidad del sueño, habilidades sociales y peso. Deberíamos ver la tecnología basada en pantallas como una carga para el sistema nervioso.
– Solemos elegir aplicaciones que permitan al niño interactuar mejor. Pero usted indica que los efectos suelen ser peores. ¿Me puede explicar?
– En términos del potencial para abrumar y desregular el sistema nervioso, la pantalla interactiva es peor, porque es más estimulante, es más adictivo, más perjudicial para el sueño y es más probable que dañe la memoria, la cognición y la regulación del estado de ánimo en comparación con el tiempo frente a una pantalla pasiva. La mayor parte de mi convicción con respecto a este punto proviene de mi trabajo clínico: cuando intento «restablecer» el sistema nervioso sobreestimulado de un niño, descubro que puedo hacerlo si el padre continúa permitiendo pequeñas cantidades de estimulación lenta (TV 5 horas a la semana). Pero si permiten pequeñas cantidades similares de tiempo interactivo (como el teléfono por 30 minutos al día), el reinicio no se produce
La experta alienta el «ayuno electrónico» de los chicos
– ¿El ayuno electrónico es la única solución posible?
– Es el estándar para revertir los efectos del tiempo de pantalla basados en el cerebro y determinar cuánto tiempo de pantalla un niño puede tolerar. No solo puede mejorar drásticamente el enfoque, la motivación, el estado de ánimo y el comportamiento social, sino que también puede ayudar a aclarar lo que realmente está pasando con un niño y puede ayudar a cambiar la dinámica familiar de una manera positiva. El niño naturalmente comenzará a jugar de una manera más física y creativa, a menudo al aire libre. Además de los protocolos de ayuno de pantallas, ciertas medidas mejoran los resultados, como no usar pantallas en el dormitorio, monitorear a los padres, establecer límites y pasar tiempo juntos. El apego saludable y pasar más tiempo con los padres es protector. Estas reglas de la casa deben estar vigentes pase lo que pase y se aplican a todos los miembros del hogar, incluidos los padres.
– ¿Qué hacer con las pantallas en la escuela?
– Recomiendo a las familias que pidan a la escuela que acomode al niño sin pantalla durante al menos 4 semanas, y si dicen que no, que pregunten qué cambios se pueden hacer para minimizar la exposición tanto como sea posible. Si no se puede evitar el trabajo escolar relacionado con la computadora, hay reglas básicas de la casa que se deben seguir: hacer la tarea en un área común donde los padres puedan monitorear lo que hace el niño(para reducir las posibilidades de que se distraigan digitalmente, prohibir la multitarea de los medios, hacer los deberes lo más temprano posible y usar solo una pantalla a la vez.
– ¿Deberíamos exigir la inclusión de advertencias como en los paquetes de cigarrillos?
– No me sorprendería si en el futuro tuviéramos etiquetas de advertencia en videojuegos y plataformas de redes sociales. Puede que no resuelva el problema, pero ciertamente no estaría de más tener un recordatorio visual de los riesgos. Las advertencias pueden ayudar a los padres a pensar dos veces antes de exponer a su hijo a algo.
– Usted traza un paralelismo entre el uso de pantallas y la cocaína. ¿Podría ampliar esta idea?
– Todo el tiempo frente a la pantalla actúa como un estimulante, lo que eleva los niveles de excitación. Ese tiempo desencadena la respuesta de lucha o huida a través de numerosos mecanismos, que incluyen información sensorial intensa, luz azul, contenido emocionante, ritmo rápido, interactividad y activación de las vías de recompensa. Los niveles de excitación, o «hiperexcitación», empeoran con la multitarea, una práctica común entre los adolescentes. Estos síntomas pueden ocurrir incluso si están usando pantallas muy por debajo de la cantidad aceptable de 1 a 2 horas diarias. Cuando observo los síntomas de un niño sobreestimulado, o lo que llamo síndrome de la pantalla electrónica, se puede ver cómo puede ser mal diagnosticado. Algunos están recibiendo medicamentos porque parece que tienen TDAH, depresión o problemas de aprendizaje. También pueden desarrollar tics, y si tienen autismo, sus síntomas empeorarán notablemente. Todas las actividades de pantalla interactiva, incluidas las educativas o creativas, causan hiperexcitación.
– Usted alerta particularmente sobre pasatiempos que parecen inofensivos.
– Eso es particularmente preocupante porque los padres tienen una falsa sensación de seguridad; sienten que es una salida creativa saludable y, a menudo, están impresionados por lo que un niño puede hacer en juegos como Minecraft, pero el proceso de adicción puede ser insidioso, es una de las adicciones más comunes que veo en mi práctica.
Para Dunckley, los padres también deberían reclamar a la escuela de sus hijos moderación con las pantallas
– No todos los niños se vuelven adictos, ¿verdad?
– No, pero aun así pueden sufrir sobreestimulación con interrupción del sueño, capacidad de atención fracturada o estado de ánimo irritable. E incluso si no ocurre nada de eso, el uso diario del dispositivo puede causar dolor de cuello y espalda, aumento de peso, problemas de postura permanentes y daños en la visión. Estos problemas son más graves e incapacitantes en los niños porque sus cerebros, ojos y huesos aún se están desarrollando.
– ¿El futuro de los niños sanos es sin pantallas?
– En un mundo ideal, sabiendo lo que sabemos y buscando los mejores resultados, los niños no deberían estar expuestos a las pantallas hasta que fueran mucho mayores. Deberíamos esperar hasta los 12 años o más para enseñar habilidades informáticas, e incluso entonces sería limitado, digamos una vez por semana. La comercialización dirigida a los niños debería ser ilegal. No deberían usar libros electrónicos que dificultan la absorción y el recuerdo del material, y reducir la exposición a la luz de las pantallas durante la noche, un riesgo conocido de depresión y comportamiento suicida, al no exigir a los adolescentes que hagan sus tareas en una computadora. La norma sería criar, entretener y educar sin pantallas, porque seríamos conscientes de que el tiempo frente a ellas en la infancia está asociado con numerosos riesgos mentales, físicos y sociales.
