El Arzobispado de Tucumán solicitó la autorización a la Justicia la demolición del Buen Pastor luego de haber detectado el avanzado estado de deterioro que presenta la estructura.
El Buen Pastor estaba incluido dentro del patrimonio histórico cultural, por eso para lograr su demolición fue necesario obtener el aval judicial.
El Buen Pastor cumplió un rol social fundamental en la contención de chicas de entre 12 y 18 años que atravesaban abandono familiar, violencia y otras situaciones conflictivas.
El Arzobispado de Tucumán solicitó la autorización a la Justicia para proceder a su demolición, luego de detectar un serio deterioro en su estructura. Como la Provincia había incluido al Buen Pastor dentro del patrimonio histórico cultural, fue necesario obtener el aval judicial para proceder a su desmantelamiento.
Debido a que se trata de un inmueble de generosas dimensiones que tiene una ubicación privilegiada hay muchos interesados en transformarlo en un centro comercial, pero el dueño del inmueble también evalúa transformarlo en un estacionamiento de autos, tan necesario para una capital con tantos vehículos.
Desde 2002 en que se trasladaron todas las chicas que se encontraban alojadas el edificio permaneció vacío, salvo la capilla, donde se siguió celebrando misa.