La delicada situación económica que atraviesa la Argentina puso en alerta al sector turístico de Uruguay. Claves, sobre todo, desde hace años para el éxito de las temporada de verano, los turistas argentinos mostrarán en el arranque de 2023 una presencia inferior a la de años anteriores.
Ante esto, Uruguay intenta ahora encontrar la forma de reemplazar a los turistas locales, y apunta en particular a los brasileros.
«Hay un público de un estrato social alto que seguirá viniendo, ya que muchos de ellos incluso tienen propiedades. Seguramente los que falten en esta oportunidad serán los de clase media», reconoció en diálogo con El Cronista Tabaré Viera, ministro de Turismo de Uruguay.
Pese a esto, sin embargo, el funcionario reconoce que los argentinos en la próxima temporada «serán muchos», sobre todo a partir de la fuerte campaña de promoción que realizan en la Argentina.
– A la cuestión económica se suma la cambiaria. ¿Esto también entienden que pegará en la llegada de argentinos?
– Hay una coyuntura de diferencia cambiaria y económica que es cíclica, y que se suele dar en la Argentina, pero hoy la vemos muy pronunciada. Esto afectará la llegada de argentinos. Hoy tenemos precios bastante altos para los argentinos por el tema cambiario. Los precios en Uruguay son caros para los argentinos, y la Argentina barata para los uruguayos. Del otro lado, también sabemos que este período del año tiene muchas fortalezas y les sigue gustando venir.
BRASIL, EL OBJETIVO
– ¿Es por esto que ahora empiezan a mirar más fuerte a Brasil?
– Si; es un mercado muy bueno y muy fuerte. Desde hace ya un tiempo aportan entre el 15% y el 20% del movimiento turístico, pero la intención es crecer y estamos realizando muchas acciones en este sentido. También miramos a Paraguay y Chile, otros dos países muy interesantes, o algunos de Europa como España. Por otra parte, estamos trabajando a nivel Mercosur para promocionar la región en mercados de Oriente, bajo un programa que sería una suerte de «Visite Sudamérica». Esto saldría en 2023 y sería de forma conjunta.
– Con este panorama, ¿cómo está la balanza turística entre ambos países?
– Siempre fueron más los argentinos que viajaron a Uruguay, que viceversa; esto es histórico. El verano pasado pensamos que iba a ser una buena temporada, pero lamentablemente sobre diciembre la nueva ola de contagios por covid impidió que fuera la que pensábamos, y de hecho se cayeron muchas reservas. Después trimestres a trimestres mejoró, pero de todos modos estuvimos muy lejos de igual período de 2019. El año pasado la presencia de argentinos aquí fue del 62%, por debajo de la media de otros momentos. Este verano esperemos que se mueva entre 60% y el 70%.
– Hubo años en los que se trabajó con algunos beneficios, por ejemplo impositivos, para alentar el turismo de argentinos. ¿Se puede repetir en 2023?
– No pensamos en ninguna política exclusiva para los argentinos. Sí estamos trabajando en cuestiones generales para el turismo, como aquellos incentivos impositivos. Particularmente estamos trabajando en la devolución de IVA en gastronomía o alquiler de vehículos, en los impuestos en alquileres de inmuebles o descuentos en la carga de combustible de un 30% en la frontera.
– ¿Lograron recuperarse ya de los efectos de la pandemia sobre el turismo?
– Venimos trabajando para sostener al sector, que genera el 8% del PBI, y al que la pandemia le pegó duro. A la salida de la crisis, en noviembre de 2022, para colmo nos agarró en un mal momento de la Argentina y debimos salir a reforzar la promoción en la región en general, con el foco fuerte en Brasil. También queremos trabajar el segmento de las reuniones, los eventos y los congresos.
– ¿Y la crisis que la pandemia planteó en el sector aéreo la sintieron? ¿Ya se revirtió?
– Hoy Uruguay tiene el 75% de la frecuencia que tenía. Se recuperaron destinos y tenemos casi todos los destinos de antes, que son 11. En cuanto a las aerolíneas que trabajaban previo a la pandemia hoy ya están todas de vuelta, pero no con la mismas frecuencias, y esto se siente.
– Con todo este combo de la situación económica-financiera que viven los argentinos y los efectos postpandemia que no se logran revertir aún, ¿se ve todavía resentido el sector en Uruguay?
– Si, los números no los mismos. Entre 2017 y 2018, superábamos los 3,8 millones de turistas, contra 3,5 millones de habitantes. Y previo a la pandemia el turismo aportaba unos u$s 4000 millones. Este año estaremos muy lejos de esto, diría que en un 50% de esa cifra.