La Virgen de Luján tiene un nuevo manto al que le bordaron las tres estrellas por la reciente victoria de la Selección argentina en el Mundial Qatar 2022. Como tradición, se le cambia el manto cada año, días antes de la festividad de Nuestra Señora de Luján, que se celebra el 8 de mayo.
El 30 de abril, el arzobispo de la arquidiócesis de Mercedes-Luján, Jorge Eduardo Scheinig, ofició la misa del cambio de manto de la Virgen. Esta celebración es parte de los festejos de los 400 años del Milagro de Luján.
Esta es la primera vez que la Virgen se engalana con un bordado que hace referencia al fútbol. Como señaló el periodista Sergio Rubin, el sector más conservador de la Iglesia mostró cierta desaprobación por vincular la celebración con este tema.
Sin embargo, desde el santuario se manifestó que la intención es estar en sintonía con el pueblo que, además de mostrar su devoción por la patrona de los argentinos, siente una profunda admiración por la Selección, que se convirtió en un ejemplo para el país. Con este gesto, indicaron desde la Basílica, que buscan destacar “los valores que transmitió el equipo de fútbol como la unidad, el esfuerzo, el trabajo y la valentía”, y no “la coronación por sí sola”.
“Esta decisión responde a que desde la Basílica trabajamos mucho el concepto de religiosidad popular, y este acontecimiento (el Mundial de Fútbol) generó un gran impacto en la sociedad”, indicaron los voceros en diálogo con Télam.
Asimismo, explicaron que el manto puede incorporar una acción de gracias o una intención particular cada año y, en este caso, no consideran como “algo frívolo” agregar las tres estrellas que hacen referencia a las tres Copas del Mundo. De igual forma, las tres estrellas también representan a tres personalidades importantes en la historia de Luján y de la Virgen, como el “Negro” Manuel, el gran protector de la Virgen de Luján; el padre Jorge María Salvaire, constructor de la Basílica; y el cardenal Eduardo Francisco Pironio, símbolo de fe y esperanza.
La confección del nuevo manto se llevó a cabo en tres meses y estuvo a cargo de “servidoras con una profunda devoción”.
La Basílica está celebrando, desde el 2020 al 2030, una “peregrinación a los 400 años” y cada año se conmemora una consigna diferente. El primero fue “el año de la escucha”, cuando les preguntaron a los feligreses a través de redes sociales cómo les gustaría celebrar el cuadringentésimo aniversario; el segundo año se contó la historia del Milagro y de la Virgen; y este se centra en María de Luján.
“Este año se engloba lo que fue el reconocimiento a estos tres personajes históricos (el “Negro” Manuel, el padre Salvaire y el cardenal Pironio) y lo unimos también a una acción de gracias por la alegría que generó la tercera Copa del Mundo. Fue una conjunción de temas”, detallaron.