Osvaldo Jaldo se reunió con la Cámara Tucumana de la Construcción. Les hizo sonar la mejor música para los oídos de los constructores: les dijo que la obra pública, que deja buenos billetes en los bolsillos privados, será uno de los ejes sobre los cuales se asentará su gestión al frente dl gobierno a partir de octubre.
“No hay dudas que la inflación perjudica la construcción, perjudica el salario, es la pelea que tenemos que seguir dando para reducir los índices inflacionarios”, dijo Jaldo, como forma de disimular el creciente índice inflacionario de la gestión de Sergio Massa.
Jorge Garber, titular de la cámara del sector se quejó por la situación económica en la que deben desarrollar la actividad: “Se perdió fluidez del envío de fondos de la Nación y no teníamos precios de referencia en el mercado. Tradujimos esto en una reunión enriquecedora de hacer un intercambio para fortalecer la obra pública, que fue puesta como punta de lanza para dinamizar la economía y generar empleo”.
Garber aseguró que no hay obras paralizadas en Tucumán, a pesar que la realidad muestra otra cosa. “Ha habido alguna disminución en el ritmo de ejecución. La verdad es que hay un problema inflacionario, de envío de fondos y de pago de las redeterminaciones, pero las empresas tucumanas están al pie de obra, trabajando y tratando de sostener la calidad y la cantidad de empleo”, agregó con tono político.
En cuanto a la penitenciaría de Benjamín Paz, Garber estimó que las obras podrían estar para mayo del año que viene. Advirtió que es una obra de más de 30.000 metros cuadrados para más de 5.000 reclusos. En ese sentido, dijo que se debe llevar infraestructura de todo tipo (electricidad, agua, cloacas y gas) a tierras donde antes no había nada.
El secretario de Coordinación Institucional del Ministerio de Obras Públicas, Marcelo Caponio remarcó que Jaldo se comprometió ante todos los constructores a que la obra pública será eje de su política de Estado. Recordó que entre 2015 y 2019 había sólo 3.000 obreros en actividad, mientras que en los últimos cuatro años esa cifra creció a 13.000. “El desafío es mantener esa fuente de trabajo porque sabemos que la obra pública es generación de riqueza y de trabajo”, añadió.
