Después del boom que generaron primero la pandemia y luego la guerra en Ucrania sobre los precios de los principales commodities del agro, se moderan las expectativas, pero continúan en valores atractivos de cara a la cosecha 2023/2024 que, según las proyecciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, aportará u$s 12.000 millones más.
Luego de analizar la incidencia de factores de incertidumbre como el rol de EE.UU., la mega cosecha de Brasil y la desaceleración de China como principal comprador de soja, los técnicos de la Bolsa porteña precisaron que la próxima campaña agrícola se traducirá en el ingreso de u$s 34.507 millones de dólares, a partir de 70,4% de crecimiento de la producción (134.300.00 toneladas).
Se trata de un alza de 1,2% en la superficie total sembrada que representará un gran alivio por las mejores condiciones del suelo y las expectativas de mejores rendimientos por hectárea que alzarán hasta 50% la recaudación a partir de Derechos de Exportación (DEX), en torno a los u$s 14.053 millones.
En concreto, la entidad proyectó que sólo la soja liquidará u$s 20.951 millones; el maíz, u$s 8.002 millones y el trigo, 3.030 mientras que girasol, cebada y sorgo sumarán otros u$s 2500 millones.
En relación a la superficie a ocupar con soja, maíz, girasol y sorgo durante este nuevo ciclo alcanzaría las, 17,1 MHa, 7,3 MHa, 2,1 MHa, 0,9 MHa, respectivamente, registrando un incremento interanual para Soja (5,6 %), Maíz (2,8 %) y una disminución en Girasol (-13,6 %) y Sorgo (-5,3%).
En término de impacto económico, Ramiro Costa, el jefe de economía de la entidad planteó que de los 4,4 puntos que cayó el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) en lo que va del año, 4 puntos responden al derrumbe de la producción agropecuaria de más del 50%.
«En esto radica la importancia del sector que pese a la caída abrupta sigue siendo el que mayor cantidad de divisas ingresa al país y genera los dólares para que se puedan importar los insumos que demandan el resto de las actividades», dijo Costa.
Costa destacó que «los 12 mil millones de dólares adicionales se traducen en un aporte al fisco, a las exportaciones y a la economía que implicará un efecto total por el equivalente a 2 puntos del PBI, lo que puede explicar una fuerte recuperación de la actividad«
De cara a las expectativas que genera el cambio en la gestión política del país, al analizar las necesidades agropecuarias apuntó a «menos distorsiones» y explicó que no se espera una quita de retenciones inmediatas «porque el impacto fiscal sería insostenible», sino programas escalables que al bajar la presión tributaria permitan incrementar la producción y la recaudación.
En los distintos escenarios, si se continúa las políticas actuales la producción de granos tiene una proyección de crecimiento de 15% en una década; con mayores restricciones sólo 10% pero con incentivos que se traducen «no en subsidios sino en quita es restricciones: bajar DEX, sin cupos y aumento de tecnología», según comentó, hacia el 2033, el sector puede crecer un 40%.