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Divididos. El peronismo no logra poner en valor su número en el Senado

Los presidentes de los dos bloques peronistas, el formoseño José Mayans y la kirchnerista Juliana di Tullio, dinamitaron en las últimas horas los canales de negociación con posibles aliados contra el gobierno de Javier Milei, metiendo a la bancada mayoritaria en un callejón que acaso acentúa las derrotas parlamentarias que vienen sufriendo.

El peronismo, que antes del triunfo de Milei se acercaba con aliados provinciales al quórum propio, ahora quedó estancado en los 33 senadores y perdió dos peleas claves a las que se asomó sin otra estrategia que el pataleo: el reparto de las autoridades del Senado y este viernes, la de las comisiones claves. Con una soltura inesperada, la vicepresidenta Victoria Villaruel les ganó ambas pulseadas, casi sin esfuerzo.

En otra muestra de la falta de conducción que exhibe el peronismo, esta sábado el formoseño Mayan atacó a Milei al que calificó de «Napoleón»; mientras que la kirchnetrista Di Tullio  apuntó contra los peronistas Edgardo Kueider y Carlos «Camau» Espínola, a los que acusó de cómplices del gobierno del libertario.

Mayans no solo la emprendió contra Milei, sobre quien dijo que se cree Napoleón porque «se sacó la corona y se la puso a sí mismo», sino que también criticó a la Corte Suprema. «El Consejo de la Magistratura está funcionando con una ley que está derogada, una ley muerta. Una Corte que interpreta que también tiene funciones legislativas, deroga una ley que no le gusta y pone en vigencia otra ley. Es un gobierno de facto, realmente», sostuvo.

Lo hizo apenas un día después que el gobernador peronista de La Rioja, Ricardo Quintela, acudiera a la Corte para que frenara el decreto de Milei. Extraña manera de buscar el apoyo del máximo tribunal.

Mayans también cargó contra Miguel Ángel Pichetto. «Lo quiero escuchar a Pichetto, a toda esta gente de Cambiemos que hablaban de la institucionalidad, de la democracia, del respeto por la independencia de los poderes», dijo. Otra movida extraña, ya que Pichetto está al frente de un flamante bloque de 23 diputados que se plantó contra el decreto y la ley ómnibus de Milei.

El tenor de sus críticas supone así la demolición de cualquier puente con legisladores que podrían oponerse al DNU de Milei y la Ley Ómnibus, objetivo que dice tener como prioridad en el Senado.

Un tono parecido adoptó Di Tullio. «La presidenta Senado junto a la UCR, el PRO, partidos provinciales y algunos que son senadores gracias a la boleta del PJ se juntan para intentar desaparecer al peronismo violando la voluntad popular y repitiendo el vicio histórico de esta derecha rancia», expresó.

Hasta el momento, bancadas como las de la UCR y los partidos provinciales manifestaban su abierto rechazo al abordaje de las reformas por DNU. Los radicales hasta le ofrecieron una ley espejo al Presidente, para hacer las modificaciones necesarias y acompañar las medidas que creían necesarias. Aunque ese matiz no signifique que, eventualmente, terminen acercándose a las propuestas del oficialismo, la virulencia de los dichos de Mayans y Di Tullio revelaría una lectura pesimista sobre su propia posición en la relación de fuerzas o la disputa política.

Lo mismo ocurre con el ataque de Mayans a la Corte. «No parece inteligente pegarle a la Corte ahora, aun cuando no haya garantías de lo que vaya a fallar después de la feria… y si es que falla», deslizó ante este portal una fuente judicial que también recordó la incomodidad de que los mismos jueces que el peronismo intentó destituir con el Juicio Político, sean los que apelan ahora para que frenen a Milei.

Cerca de uno de los gobernadores peronistas más activos se mostraron sorprendidos ante las posturas de Mayans y Di Tullio y advirtieron que existe la chance de que el kirchnerismo esté quedando aislado y sin estrategia.

De hecho, ayer se conformaron 7 comisiones en el Senado y los bloques de Mayans y Di Tullio no mandaron los nombres de los legisladores que deberían integrarlas. Villarruel consultó seis veces en una semana por el listado de senadores que enviarían pero no obtuvo respuesta, según sus voceros. Desde el entorno de Mayans argumentaron que ellos las mandaron este jueves a las 23 y como el viernes había asueto no se incluyeron, pero aparecerán en el decreto la semana próxima.

Sin embargo, es evidente que los peronistas no logran articular una estrategia ante la mayoría circunstancial de 39 senadores, compuesta por macristas, radicales, provinciales sueltos, junto a Kueider y Espínola.

Lo paradójico es que, antes del balotaje entre Sergio Massa y Milei, se especulaba con un bloque peronista de 41 senadores. «No tiene sentido hablar de lo que no pasó», comentó a LPO un senador que iba a ser parte de ese megabloque.

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