Decreto de desregulación, anuncios de recorte de gastos, aumentos de impuestos y fuerte devaluación del peso son algunos de los pilares del esquema económico planteado sobre el final de 2023 por el gobierno de Javier Milei, quien asumió la presidencia con una agresiva política de cambio en la economía. En este contexto, más de 50 consultoras y bancos, locales y del exterior, establecieron sus pronósticos respecto de a dónde apuntarán este año la inflación, el mercado cambiario y el Producto Bruto Interno (PBI), publicadas en el informe de LatinFocus.
El escenario general de la economía se centra en una aceleración en la caída del Producto Bruto Interno (PBI) a causa de la “hiperinflación, el colapso del peso y las altas tasas de interés”. De hecho, el ajuste fiscal, explica el documento, se centró, entre otras variables, en la devaluación del peso en un 54%, estableciendo el tipo de cambio oficial a $800, que permitió licuar gastos.
En este sentido, las perspectivas sobre la evolución del nivel de actividad PBI suscitas dudas: “Una gran incertidumbre rodea el desempeño económico del próximo año debido al amplio programa de reformas propugnado por Javier Milei. Los efectos de la hiperinflación limitarán el consumo, pero el aumento de las exportaciones debería amortiguar la crisis”, afirma el documento.
También agrega que un cambio hacia políticas más favorables para el mercado podría repercutir en un alza en estos valores en el mediano plazo, aunque la aplicación o no de las reformas planteadas van a depender directamente del malestar social.
Sobre este dato, el consenso de los panelistas participantes prevé que el PBI se contraerá un 2% en 2024. Es un pronóstico que incorpora una baja de 0,6 puntos porcentuales con respecto a la medición de hace un mes, aunque el escenario se invertirá en 2025: se plantea una expansión del 3% en 2025, siempre y cuando las reformas impulsadas por el Gobierno “den sus frutos”.
Otro dato de interés, sobre todo luego de que la semana pasada se conociera la inflación de diciembre, que fue del 25,5% -llevó la interanual a 211%, -es la proyección sobre estos números. El informe considera que en 2024 la suba en el costo de vida podría acelerarse todavía más, en parte debido a la quita de controles de precios y a la disminución de la brecha cambiaria.
“Los panelistas de FocusEconomics prevén que los precios al consumo aumentarán un 280,1% en promedio en 2024, lo que supone un aumento de 57,7 puntos porcentuales respecto de la proyección de hace un mes y aumentando un 84,5% en promedio en 2025″, estima el informe. La inflación punta a punta prevista para 2024 es de 222,1%.
Cabe destacar que quienes responden ante la encuesta de Latinfocus también consideran que las reformas deberían sentar las bases para una recuperación de la economía a partir de la segunda mitad del año, lo que se respaldará en el sector agrícola, que tendrá un mejor desempeño, sobre todo luego de la grave sequía que azotó en 2023 y que perjudicó las exportaciones de este sector.
Así, para 2025 el panorama parece un poco más positivo: “La inflación debería caer bruscamente el año que viene debido a la reducción del déficit público”, sostiene.
En cuanto al mercado cambiario, tras la suba del tipo de cambio oficial de diciembre, LatinFocus registró la depreciación del 55% mes a mes de la divisa, que a mediados de enero ya superó los $817.
El informe contempla que el Banco Central continuará con su estrategia de devaluación del 2% mensual con ajustes diarios del tipo de cambio oficial (crawiling peg) a partir de este mes, con un consenso entre analistas que consideran que el dólar alcanzará los $1700 a fines de 2024. A su vez, estiman que podría terminar a $2384 en 2025.
Por otro lado, en el caso del dólar paralelo, la depreciación fue menor (4,5%), lo cual dejó a su cotización por encima de $1130, y podría llegar a $2369 a fin de año.
En este sentido, Melisa Sala, economista de LCG, compartió sus proyecciones, que se ubican en línea con la del consenso del informe. Según la especialista, este año se prevén mayores ajustes del tipo de cambio respecto de los valores de cierre de 2023. “El arrastre que dejó la devaluación de diciembre, la probable corrección que deba hacerse en marzo/abril después de un crawling de 2% con inflación corriendo al 20%, el ajuste pendiente de tarifas y otros regulados explicarían esta dinámica. No obstante, si el Gobierno logra anclar las expectativas a raíz de hacer creíble el cambio de régimen que propone, es probable que los registros de inflación vuelvan a niveles de un dígito hacia finales del año. Aun así, difícilmente se logre un registro menor al del año que acaba de cerrar”, dijo Sala.
Sin embargo, la economista agrega que no cree que sea sostenible el deslizamiento del dólar oficial a una tasa del 2% mensual, y detalla que la estrategia del BCRA de “anclarlo” hasta que llegue la liquidación de la cosecha resulta riesgosa en un contexto de reservas negativas. “Las compras del Central en el MULC siguen obedeciendo principalmente a un demorado acceso de los importadores al mercado de cambios. Esto empieza a explicar que la brecha cambiaria vaya en ascenso. Las licitaciones del Bopreal podrán moderar esta suba, pero será solo en el margen”, sostiene, y proyecta que el dólar oficial terminará en niveles semejantes al cierre de 2023 en términos reales.
Aunque los puntos del informe parecen duros, Claudio Caprarulo, director de Analytica, asegura que su escenario para lo que vendrá es más negativo respecto a la actividad económica, en línea con los objetivos que trazó el Gobierno respecto del resultado fiscal y de acumulación de reservas internacionales. “Todavía resta conocer señales claves del Gobierno, como su posición respecto de las paritarias. Al mismo tiempo, cuál será la política del tipo de cambio, dado que no es realista una pauta del 2% mensual”, sostuvo.
Las proyecciones sobre la inflación también se quedan cortas para el economista, que asegura que desde su consultora estiman valores más elevados en el promedio del año y un contexto de aceleración inflacionaria en todo 2024. “Un escenario de 280% promedio anual parece muy optimista con la dinámica que ya marca el primer trimestre”, concluyó.