Las cifras del dengue en la Argentina mostraron un fuerte salto en la última semana epidemiológica registrada por el Gobierno: hubo 52 mil nuevos casos y otras 32 muertes por la enfermedad transmitida por el mosquito aedes aegypti. Estas estadísticas se conocen en medio de la escasez de repelente y la polémica sobre quiénes deberían recibir la vacuna.
Los datos salen el boletín epidemiológico publicado este domingo por el Ministerio de Salud de la Nación, que actualizó las cifras oficiales con los datos registrados en la semana epidemiológica 13 de este año, que va del 24 al 30 de marzo.
En lo que va de la temporada -que se mide desde el 30 de julio del año pasado-, hubo un total 232.996 casos de dengue, el 90% de ellos autóctonos. Esto marca un salto abrupto respecto del último acumulado de 180.529 casos que se había informado la semana pasada.
En tanto, el informe oficial indica que se confirmaron 161 fallecidos en todo el período. Esto también constituye un aumento sensible en comparación con el registro anterior, que era de 129. La mayoría de los muertos por dengue residían en la zona centro del país, con picos de 34 casos fatales en Buenos Aires, 31 en Córdoba y 19 en CABA.
Para poner en contexto las cifras de la última semana, y poder dimensionarlas, es útil hacer un recorte y tomar lo que pasó con el brote este año, sin contar las cifras de 2023. Desde enero hasta el 30 de marzo, hubo un total de 215 mil casos, de los cuales casi el 25% se detectaron en la última semana. Es decir, uno de cada cuatro.
Algo similar ocurre al desagregar las cifras de muertes por dengue. En el año 2024 ocurrieron 151 de los 161 fallecimientos de la última temporada epidemiológica, y el 21% fueron en la última semana informada por el Ministerio de Salud.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, principalmente el aedes aegypti. Cuando el insecto se alimenta con sangre de una persona infectada por el virus, lo adquiere y luego de 8 a 12 días es capaz de transmitirlo a una persona sana a través de la picadura.
La transmisión de seres humanos a mosquitos puede ocurrir desde 2 días antes de la aparición de los síntomas de la enfermedad y hasta 2 días después de la resolución de la fiebre.
Dos aclaraciones válidas: el dengue no es el mosquito, sino la enfermedad. La picadura de un Aedes aegypti no implica de por sí contraer el virus: el mosquito debe estar infectado para poder transmitirlo.
Fernán Quirós, ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, habló en las últimas sobre la ola de casos de dengue que afecta al país y llevó tranquilidad al considerar que se está atravesando «la parte final» del brote.
«Hemos tenido el año con el brote más alto de lo que hemos registrado. Estamos en la parte final, ya venimos viendo que se ha estabilizado. Hay una tendencia al descenso de los casos así que probablemente estemos viendo la salida al menos en la Ciudad», detalló el funcionario porteño.
También volvió a hablar sobre la vacuna del dengue y planteó que aún falta información para evaluar en qué momento se debería aplicar. «Para indicar en términos de salud pública en qué momento aplicar necesitamos una información que hoy no está clara. Si es solamente recomendable en zonas endémicas, si ir al noroeste donde circuló todo el año y focalizar allí… En qué edades, si de 12 a 14, de 20 a 40… Falta información para tomar la mejor decisión posible», sostuvo en declaraciones a Radio 10.