A las estadísticas se les puede hacer decir lo que uno quiera, dice una vieja frase del mundillo económico y el Gobierno está echando mano de esa ‘flexibilidad’ para mostrar hay señales de recuperación, aunque para dar cuenta de una luz al final del túnel también incurre en errores graves.
«Hicimos lo que pudimos con las herramientas que teníamos», dijo a seis meses de gestión el portavoz Manuel Adorni, en alusión a que todavía el Gobierno no tiene la Ley Bases aprobada para darle más recursos. Presidencia, en tanto, emitió un comunicado que marca una supuesta «recuperación de los salarios» que no tardó en ser cuestionado por los errores metodológicos.
«El esfuerzo en los primeros meses de gestión ya comenzó a dar resultados en términos de recuperación del salario», aseguró el comunicado de Presidencia de la Nación con un cuadro del Ministerio de Economía, que citó a la baja de la inflación y «la mejora en las expectativas» como un ingrediente para la recuperación de los ingresos.
«Se suma a la que ya han venido registrando las jubilaciones», aunque no aclara que son sólo los casos de menores ingresos donde reciben bonos, y «los programas sociales sin intermediarios orientados a la población más vulnerable».
Para hacer esa aseveración, el Gobierno recurrió a una comparación de inflación y Canasta Básica contra el RIPTE, un índice del Ministerio de Trabajo que aclara en su metodología que «no es un indicador de la evolución de los salarios».
El economista del CEPA Hernán Letcher, detalló que «la suba del RIPTE está explicada por los incrementos de los topes en marzo y en abril asociados a la fórmula jubilatoria».
Y sobre la evolución real de los salarios, indicó que si se mira el SIPA, que da el promedio de todos los registrados privados y el índice de salarios del INDEC «la caída de los salarios de diciembre y enero consolidó un nuevo piso salarial ubicándose 10 puntos más abajo que en noviembre 2023«.
Con los datos del SIPA, Salvador Vitelli, de Romano Group, indicó que «el promedio aumentó 10,5% mensual, lo que lleva a una leve disminución real del -0,4%. En el mismo mes y en términos reales, el índice salarios privado de INDEC no había variado y el RIPTE había aumentado +2,7%».
Mientras tanto, los datos de la recaudación anticiparon en abril y mayo que se mantuvo la caída del consumo por el deterioro del poder adquisitivo: «impuesto a los Débitos y Créditos en abril indicó caída de 15,7% y en mayo un retroceso de 24,4% interanual. Y el IVA impositivo: 16,3% de caída en abril y 14,5% retroceso en mayo, real interanual», agregó Letcher.
El fin de semana, Javier Milei publicó un semáforo producido por el Ministerio de Economía con las áreas que se van pintando de verde, pero también con faltantes de datos relevantes como la actividad de los últimos dos meses, por el rezago de los datos oficiales.
Sin embargo, desde el sector privado, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) Daniel Funes de Rioja aseguró que todavía «no se ven brotes verdes». Lo que se produjo es la desaceleración de la caída. Los indicadores que mira la industria siguen mixtos.
En el caso de la inflación, tras el 4,4% en mayo en la Ciudad de Buenos Aires, el INDEC dará a conocer el dato nacional este jueves. El ministro de Economía Luis Caputo consideró que estará por debajo del 5%. Pero los economistas del REM del BCRA y los consultados por El Cronista en su Encuesta de Expectativas Macroeconómicas (EMEC) sostienen que hay un riesgo de que la inflación se amesete, por la inercia y el reacomodamiento de precios como las tarifas energéticas, en torno al 5 o 6%, algo que señaló incluso el ex ministro Domingo Cavallo.
Para el economista jefe de la consultora Audemus, del ex Ministro de Producción, Matías Kulfas, entre marzo y abril se puede haber llegado a un piso. «Lo que no está claro es velocidad recuperación, que será lenta. No vemos una V», agregó.
En ese marco, enumeraron que «en marzo, la industria registró una de sus peores performances desde 2016 y el nivel de actividad económica se ubica casi 2% por debajo de diciembre. Sin embargo, algunos indicadores industriales y de consumo empiezan a repuntar».