El saldo comercial de mayo fue el más alto desde que existe la serie, según informó el Indec. El resultado de la balanza comercial del mes pasado fue de u$s 2.656 millones, el mayor registro al menos desde 1990.
Esto responde a un desplome de las importaciones del 32,8% y un aumento de las exportaciones del 21,7% en mayo. El intercambio comercial total fue un 7,8% inferior al del mismo mes del año pasado.
En el mes, las importaciones fueron por u$s 4.966 millones, su mayor nivel desde el cambio de Gobierno a pesar del desplome interanual, mientras que las exportaciones fueron por u$s 7.622 millones, su mayor nivel desde octubre de 2022.
En lo que va del año, las compras al exterior sumaron u$s22.744 millones, lo que representó una caída del 26% en el acumulado. Las exportaciones por su parte acumulan u$s 31.556 millones, un aumento del 12,5%. En lo que va del año, el saldo comercial acumula u$s 8.812 millones.
La principal caída de las importaciones la explicaron las bajas en combustibles y lubricantes (-61,5%), bienes de capital (-33,2%) y piezas para bienes de capital (-28,1%).
Por el lado de las exportaciones, las explicaron en un 26% los bienes primarios, que subieron 52,8% interanual a raíz de la recuperación de la sequía que golpeó al sector agroexportador el año anterior. Este segmento representó ventas por u$s 2.029 millones. Sin embargo, el mayor volumen fue el de manufacturas de bienes de origen agropecuario, que subieron un 7,4% pero que representaron u$s 2.788 millones (36,6% del total vendido).
También subieron las ventas de manufacturas de origen industrial en un 9,4% y alcanzaron los u$s 1.914 millones, mientras que las exportaciones de combustibles y energía subieron un 51,1% y alcanzaron los u$s 892 millones. La suba de las ventas obedeció a un incremento del 30.6% de las cantidades, que compensaron la caída del 6,8% en los precios.
Según la consultora ABECEB, «con los primeros cinco meses con un superávit comercial orillando los u$s 9.000 millones se espera que la tendencia creciente de las exportaciones en cantidades se mantenga principalmente impulsadas por los sectores primario y energéticos, en tanto que las importaciones seguirán en niveles bajos, aunque recuperándose en el margen al compás de la tibia mejora esperada en el nivel de actividad y de un peso que también seguirá apreciándose en el margen. Nuestras proyecciones apuntan a un superávit comercial en torno a los u$s 16.000 M para este 2024 versus un déficit de u$s 6.926 millones en 2023″.
En otro sentido, LCG alertó que las importaciones en los niveles semejantes a los de abril «parecen indicar que la actividad no habría despegado en mayo». Agregaron además que es esperable que «en la medida en que la economía empiece a asentarse, el resultado mensual vaya perdiendo fuerza a partir de la recuperación de las importaciones».
De sostenerse la dinámica del atraso cambiario, señalaron, las exportaciones podrían verse afectadas y «factores especulativos podrían incidir nuevamente sobre la demanda de importaciones». En este aspecto, influyen elementos como la expectativa sobre el desarme del dólar blend para los exportadores y la liberación del cepo y el recorte del impuesto PAIS que, según puntualizó el ministro de Economía, Luis Caputo, se daría una vez aprobada la Ley Bases.
«En total esperamos un superávit en torno a u$s 20 mil millones para este año», concluyeron desde LCG.