La inteligencia artificial está modificando la vida cotidiana. La aparición del ChatGPT aceleró exponencialmente un proceso que tiene décadas de desarrollo. Su irrupción en el mercado cambia paradigmas establecidos y propone desafíos nuevos. Más allá de los pronósticos, alentadores o adversos, la IA ya es una realidad. Y parece que no hay otro camino que adaptarse, lo que significa que es necesario entender cómo funciona para no quedar afuera del mercado laboral del futuro. Es por esto que muchas universidades estrenarán el próximo año carreras y cursos nuevos vinculados con la inteligencia artificial, con el objetivo de preparar estudiantes capaces de crear y desarrollar sus propias redes neuronales informáticas.
La Universidad Tecnológica Nacional (UTN), la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), la Universidad Católica Argentina (UCA), la Universidad de San Andrés (UDESA) y la Universidad Austral son algunas de las primeras casas de estudios que proponen licenciaturas, masters y orientaciones vinculadas a la inteligencia artificial. Cada una tiene un formato de plan de estudio distinto. Pero en líneas generales, son carreras cortas pensadas para gente ya formada o para novatos, cuya matrícula ronda entre $ 500.000 y $ 800.000, en el caso de las universidades privadas.
La incorporación de estas nuevas especialidades plantea desafíos educativos, ya que rompen en el molde de la enseñanza tradicional. La UADE estrena dos carreras: Licenciatura en Inteligencia Artificial y Ciencia de Datos, y Licenciatura en Diseño Estratégico (Global Design). Las dos duran cuatro años y pueden cursarse de forma presencial o remota, con 20 horas semanales de estudio.
Daniel Feijo, director de la carrera de Ingeniería en Informática, explica que «después de 2023 quedó clara la necesidad de jóvenes formados en inteligencia artificial«. Aclara que no proponen una evolución de una carrera que ya existe sino «un modelo nuevo de carrera». Con tecnicaturas cortas especializadas, que apuntan a la inserción laboral. Asegura que para cursar estas carreras no es necesario tener un conocimiento previo sobre IA. «Se puede arrancar desde cero», afirma.
Estima que una de las carreras más atractivas es la aplicación de la IA en la generación y análisis de imágenes, que puede utilizarse tanto en la creación contenido como en la salud. «Los graduados podrán desarrollar softwares que detecten cáncer en tomografías», ejemplifica.
La IA está generando nuevos puestos de trabajo que hoy no existen. Uno de ellos es el auditor de veracidad: «Es un curador de inteligencia artificial; una persona que detecta que lo que se está viendo en una imagen es real o no».
Emilio López Gabeiras, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Austral, explica que se necesitan nuevas especializaciones: «La inteligencia artificial está cambiando la educación, la salud y el management de las empresas». Allí abrieron cuatro nuevas orientaciones en aprendizaje de máquinas, robótica, comprensión del lenguaje natural y análisis de datos.
«Como sabemos que va pegar fuerte en la sociedad, para nosotros es importante educar sobre el uso ético de esta herramienta» señala López Gabeiras, y remarca que es importante que la IA no sea un «simple reemplazo» del trabajador» sino «una ayuda».
Estima que muchos estudiantes que están ahora en otras carreras se van a volcar a estas nuevas orientaciones. «Si estás en la mitad de carrera de ingeniería, digamos, también pueden hacer estas orientaciones», que también puede cursar alguien que ya egresó.
«La verdad es que todo el mundo se tiene que meter en la orientación de inteligencia artificial. Incluso los profesionales que ya tienen un carrera avanzada. Si no tenés una idea de formarte constantemente, quedás obsoleto«, advierte.
César López Matienzo, director de la carrera en Ingeniería Informática de la UCA, asegura que la inteligencia artificial ya tiene demanda del mercado. En esta universidad crearon una carera de datos vinculada a la inteligencia artificial: «Unimos tres mundos: informática clásica, la ciencia de datos y la robótica».
La carrera de Ingeniería en Inteligencia Artificial, explica, apunta a diseñar softwares que ayuden a solucionar problemas sociales. «Como crear una aplicación para solucionar el problema de la independencia de los chicos con discapacidad, un programa que sirva de asistente. Que les diga cómo vestirse, cómo desayunar, dónde ir. Un software con sensores que controlen los signos vitales (ahí entra la robótica), y después un modelo de datos que resuelva temas como qué dieta debería seguir para mantener una buena salud», describe
También adelanta que abrirán escuelas de innovación, donde habrá cursos cortos de inteligencia artificial para todos: «Esperamos que la participaron de muchas personas graduadas de 40 o 50 años».
Por otro lado, Alexander López, subsecretario de Cultura y Extensión Universitaria de la UTN, dice que lo fue pasando es que se amplió el alcance de la inteligencia artificial. «La apuesta que tenemos es ser funcionales a este momento de la sociedad en crear usuarios que puedan crear esta tecnología, sin que todos tengan que pasar por una carrera de electrónica. La idea es tratar de llegar a una masa crítica en carreras cortas de dos años».
Asegura que se puede aprender a trabajar con inteligencia artificial sin cursar por una carrera de seis años. «Vamos a crear una tecnicatura de dos años. Van a tener base de matemática y base de análisis de datos. Con todas esas herramientas básicas, se pueden generar herramientas inteligentes de negocios. A partir de ahí van poder crear reportes o visualización de datos. Además van a estar en condiciones de aplicar los principales algoritmos, también la creación de redes neuronales y aprender la gestión de proyectos de esta tecnología».
Remarca que en los tiempos que vivimos es importante formarse constantemente. Más aún, con la aparición de la IA. «Hoy la forma de crear valor en las empresas está basada en datos. Podemos saber que las carreras del futuro van estar atadas a la ciencia de datos que estamos viendo ahora», vaticina.
Estima unos 500 alumnos en la primera camada. «Hoy encontramos nueva carreras que se complementan a las carreras clásicas. Hay muchos estudiantes que dejan las carreras largas de cinco o seis años y se pasan a estas más cortas de dos años, pensando en el nuevo mercado laboral», concluye López.
También la Universidad de San Andrés estrena el próximo año una maestría en inteligencia artificial de dos años de duración para egresados en Ingeniería y Exactas. “En esta maestría los estudiantes aprenderán a diseñar y desarrollar sistemas autónomos inteligentes, combinando fundamentos matemáticos con tecnología de vanguardia. Además, formarán parte de una red de especialistas que les brindará la oportunidad de estar en contacto con las empresas y organizaciones líderes en esta área”, apunta Patricio Clark Di Leoni, co-director de la maestría en IA.