Con la llegada de la primavera en las próximas semanas, existe un 66% de probabilidad de que el fenómeno “La Niña” comenzará a instalarse en el hemisferio sur y producir ciertos efectos en el clima.
Se trata de una fase fría del ciclo natural conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS). Su característica principal es hacer un enfriamiento a gran escala de las aguas del océano Pacífico, generando cambios en los patrones climáticos a nivel global y en la circulación atmosférica.
Se produce debido a la intensificación de los vientos alisios que soplan de este a oeste en la región tropical del Pacífico. El agua caliente es empujada hacia el oeste y se enfrían las aguas superficiales del Pacífico central y oriental.
El enfriamiento anómalo altera la circulación atmosférica, afectando los vientos, la presión y las precipitaciones en varias partes del mundo. Los impactos de este fenómeno natural varían según la región:
- Sequías en zonas como el sur de Sudamérica (mucho calor en verano), África, India y el sudeste asiático.
- Aumento de las precipitaciones en Australia, Indonesia, el sudeste asiático y el norte de Sudamérica.
- Disminución de las actividades ciclónicas en regiones como el Atlántico y Pacífico oriental.
- El Pacífico central aumenta su actividad ciclónica.
- Temperaturas más frías en el oeste de los Estados Unidos, Canadá y Europa
- Temperaturas más cálidas en el este de los Estados Unidos, noreste de Asia y Australia.
El fenómeno de La Niña suele durar hasta 12 meses, pero varía de un evento a otro. La fase fría ENOS puede aparecer con diferentes intensidades, por lo tanto, la magnitud de sus impactos serán distintos.
Los gobiernos y organizaciones internacionales pueden monitorear de cerca el desarrollo del fenómeno, emitir alertas tempranas, implementar medidas de mitigación para reducir impactos y brindar atinencia a las comunidades más vulnerables.
En cuanto al cuidado individual, es importante informarse de los riesgos que puede haber, seguir las instrucciones de las autoridades, tomar medidas paras protegerse del calor o frío y ahorrar agua en caso de sequía.