El abogado Alfredo Aybar no quiere que José Orellana siga ejerciendo la banca que obtuvo en las elecciones de 2023. El motivo es muy sencillo, el «mellizo» recibió un fallo en segunda instancia que confirma el primer fallo que lo condona a tres años de prisión en suspenso e inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos por el delito de abuso sexual simple.
Hasta ahora la Legislatura se había desentendido del tema que es de público conocimiento. Trascendió en muchos medios de comunicación, por lo que no es una información reservada. La Honorable Legislatura debe ejercer la función que le asigna la Constitución de la provincia y ser juez de la conducta de sus integrantes y exigir que guarden la decencia de sus actos para pertenecer a ella.
“Orellana padece una inhabilidad que ya tiene condena, aunque no sea firme, porque todavía tiene la posibilidad de apelar ante la Corte Suprema de la Nación”, afirmó Aydar.
Orellana había manifestado que su condena no está firme por tener una instancia de apelación, pero ya tiene dos tribunales que lo condenaron y declararon su falta de integridad humana, motivo suficiente para dejar el cargo, hasta que finalmente haya una condena definitiva, por su situación es absolutamente improcedente el pretender se un «honorable» legislador. No se trata de una simple sospecha, hay dos fallos que pesan sobre su conducta.
Este legislador es una mancha para las instituciones. No merece ninguna consideración pública. Sus pares deberían saber que el generalizado malestar y rechazo de la sociedad hacia los políticos encuentra en casos como estos sus justificativos inapelables.
Por eso el abogado Aydar espera que la Legislatura actúe en consecuencia. “Vamos a presentar una nota similar con más fundamentos si no obtenemos respuesta. Esperamos que la Legislatura actúe como debe hacerlo”, concluyó el profesional.