Un hombre que asesinó a golpes a su madre, fue condenado a prisión perpetua. Previo al veredicto, le dedicó sus últimas palabras: “Mi condena no pasa por estar encerrado, a este dolor lo voy a llevar siempre”.
El acusado, Marcos Bottaro, de 38 años mostró su arrepentimiento por cometer el crimen de su mamá, Olga Bernardi, de 72 años, en las palabras que mencionó, previo a que la Justicia dictara el veredicto. La Cámara en lo Criminal y Correccional de 7° Nominación de Córdoba lo condenó por el delito de “Homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género”.
El defensor de Bottaro cuestionó la constitucionalidad de la prisión perpetua sin posibilidad de salidas anticipadas, y argumentó que la pena dictada por la Justicia violaba los derechos humanos. Además, aseguró que la forma de castigo no solo era excesiva, sino que también infligía los derechos fundamentales de los individuos. Sin embargo, la solicitud fue rechazada por el fiscal debido a que el Código Penal establece que para ciertos delitos no se permite la salida anticipada.
“Ella no quería denunciarlo al hijo, pero hace muchísimo tiempo que sufría violencia,” había revelado una vecina de Olga, tras darse a conocer el crimen.
Previo al violento desenlace que sufrió la mujer, los vecinos habían publicado comunicados en Facebook, en los que habían señalado que un familiar era el que golpeaba a la jubilada. Pero a pesar que el hecho era de público conocimiento, no se presentó ninguna denuncia formal antes del crimen.
“Le ofrecí llevarla al hospital para que la curaran y a la Policía para hacer la denuncia”, dijo otra vecina en una de las tantas publicaciones de redes sociales.
“Se deja expresa constancia que no existían denuncias ni actuaciones previas, por delitos o hechos de violencia familiar, denunciados por parte de la damnificada en contra de su hijo”, consignó una fuente al medio local La Voz.