El Concejo Deliberante capitalino convocó a una sesión esta semana para renovar sus autoridades.
En los últimos tiempos sonó el runrún de que podría haber algún cambio. Las autoridades son el peronista Fernando Juri (presidente), el alfarista Carlos Ale (vice primero) y el republicano Ramiro Ortega (vice segundo).
Fernando Juri es solo un apellido histórico, pero tiene una ausencia total en la política local. Es un exiliado de la realidad, está en otra. La política lo aburre y es definitivamente improductivo. «Fernando» no trabaja, es un parásito dicen dentro del Concejo Deliberante los peronistas que esperan una mayor actividad del presidente del cuerpo.
Hay versiones apuntan a que la modificación podría afectar sólo al alfarista Ale. Está sentado en la mesa de conducción del Concejo por el acuerdo que existe entre Alfaro y Jaldo. Pero hay mucha resistencia a «bancar» su continuidad.
Será una semana de definiciones dentro del cuerpo deliberativo municipal, pero no le cambiarán la vida a la gente que está ajena a las tensiones y jugadas políticas que nada tienen que ver con el sentido de vivir en democracia.
