Primero fue El mollar ahora es Tafí Viejo donde se practica el deporte de las usurpaciones, donde juegan muy pocos y ganan dinero con lo ajeno.
Las Yungas ocupan menos del 2 por ciento del territorio argentino, pero en ellas habita cerca de la mitad de las plantas y animales del país. Contienen más de 200 especies de árboles, unas 80 variedades de helechos, más de 100 especies de mamíferos, 500 especies de aves y unas 30 especies de sapos y ranas.
En Tucumán las yungas están presentes y son muy codiciadas por los inescrupulosos. La Municipalidad de Tafí Viejo interrumpió un intento de usurpación en las tierras identificadas como «Nina» Velardez, en honor a esa mujer conocida como la «Guardiana de los Cerros», que dedicó su vida a los paisajes de Tafí Viejo. Vivió en lo alto de los cerros, donde recibía a los visitantes. Su legado de hospitalidad y amor por la naturaleza sigue vivo en cada rincón de estas montañas
El operativo incluyó la detención de las actividades ilegales y el secuestro de una máquina que estaba abriendo caminos en un área protegida por ley.
Hay que recordar que las tierras de “Nina” Velárdez tienen un pasado complejo. Comenzó en el año 1948, cuando el presidente de la Nación Juan Domingo Perón, expropió 18.000 hectáreas para la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). El sentido que tenía esa expropiación era que la casa de altos estudios pueda construir la Ciudad Universitaria, un proyecto de avanzada para la época. Finalmente el proyecto no se concretó y esas tierras forman hoy parte de la Reserva Natural Parque Sierra San Javier.
El problema se creó cuando fueron desafectadas por la UNT 16 hectáreas y al no ser devueltas a los herederos ni tampoco registradas en el Registro Inmobiliario quedaron en una zona gris desde el punto de vista jurídico y no hubo luego una voluntad de definir qué se debería hacer con esas tierras.
Como ocurrió en El Mollar, aquí también un emprendedor inmobiliario y compradores metieron una maquinaria con el objetivo de comenzar a urbanizar la zona y construir viviendas privadas.
La intendenta de Tafí Viejo Alejandra Rodríguez denunció que la empresa responsable de estas acciones carece de permisos y como agravante estaba violando el Código Ambiental Municipal.
Según la denuncia del municipio se estaba degradando el ambiente natural al modificar la topografía. Estos actos están prohibidos expresamente. Por tal motivo se suspendieron las actividades que se llevaban a cabo y se evaluará el daño y las sanciones que correspondan.
El fiscal Carlos Saltor había revelado que estas tierras presentan una complicación porque siguen teniendo como titular de la propiedad a la UNT. Por lo tanto es la casa de altos estudios la que debe intervenir y no el municipio de Tafí Viejo, aunque si se violenta el Código Ambiental Municipal seguramente le da margen de acción.
Otra solución que se pensó fue que la UNT podría cederle la titularidad de las tierras al municipio para que pueda llevar a cabo las acciones correctivas necesarias y protegerlas de la acción inescrupulosa de los privados.
Es necesario tomar las iniciativas necesarias en forma urgente para proteger ese espacio de yungas que tiene un valor natural enorme por la riqueza y la biodiversidad que habita la zona.