El gobernador de la provincia Osvaldo Jaldo, la próxima semana se reunirá con el ministro de Economía de la Nación Luis Caputo. Del encuentro participarán otros gobernadores que mantienen un buen diálogo político con el gobierno de Javier Milei.
No es un encuentro más si se tiene en cuenta que 2025 es un año electoral y que cada provincia será un escenario de competencia y disputa, donde los intereses entre los gobernadores y el presidente pueden circular por andariveles diferentes.
También, hay que tener en cuenta que desde la Nación se les está pidiendo a las provincias y municipios que bajen impuestos y tasas municipales, o lo que es mayor presión todavía que los eliminen a los gravámenes.
Con estas dos situaciones como telón de fondo se desarrollará esta reunión y las otras que tengan lugar. Es un año diferente a 2024 y hay que estar atentos a los gestos, palabras y fotos que surjan de las reuniones.
Jaldo que tiene una experiencia importante sobre sus hombros, sabe que más allá de las palabras y gestos están los hechos concretos. Aquellos que hacen historia, lo otro solo es parte de la liturgia literaria, cosas de menor cuantía. Por eso insiste ante los despachos de la Nación sobre el financiamiento para las obras públicas que tiene previsto para este año electoral.
Ya estuvo el ministro de Economía Daniel Abad visitando despachos oficiales la semana pasada con el mismo objetivo, que avance el proceso que desencadenará el financiamiento de las obras públicas prometidas.
Los oídos de Jaldo se regocijaron frente a los halagos de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, cuando reconoció públicamente que la provincia de Tucumán está trabajando muy bien en la lucha contra en narcomenudeo y que bajó el índice de delitos. Recordemos que todas las semanas hay frondosos operativos policiales en distintas zonas de la provincia. El mensaje es evidente, se busca que los que se dedican al delito sepan que no van a tener margen para sus maniobras ilegales y que hay una firme decisión política de combatirlos.
A pesar de todo esto Jaldo dejó en claro cuales son su planes políticos para este álgido año electoral “voy con el peronismo, como lo hice desde 1983. No está en mis planes alianza alguna. Fui siempre peronista y así seguiré”. De esta manera desautorizó cualquier especulación respecto a una posible alianza con LLA en Tucumán. Cada uno pondrá sus candidatos en la cancha. “En la cancha se ven los pingos” dice el dicho que hace alusión a la importancia de no sacar conclusiones antes de tiempo acerca de algo que todavía no ocurrió.
Jaldo cree que logrará retener dos bancas en la Cámara de Diputados. Para lograr ese objetivo político mantiene buenas y aceitadas relaciones con el vicegobernador Miguel Acevedo, decidido ex manzurista según se rumorea dentro del peronismo, y con la intendenta Rossana Chahla. El primer mandatario no es inocente y sabe que hay dentro del peronismo dirigentes que no comulgan sus ideas, pero le dice a quien lo quiere escuchar que para dirimir esas diferencias están las PASO o la internas partidarias. Las primeras se van a suspender, ya hay consenso. Las segundas no se activarán porque cuestan mucho dinero y no estamos en tiempos de vacas gordas. No hay vacas.
Finalmente la posibilidad de una foto entre Jaldo y Manzur no está en los planes del gobernador, pero tampoco la evitaría si se presenta la oportunidad. Manzur está en calidad de «desaparecido» con poco ascendiente sobre los tucumanos. Al gobernador le desagradaría un desembarco del peronismo kirchnerista en la provincia y mucho más si se encuentra obligado a una foto con Cristina Fernández. Son dos cosas que detestaría hacer.
