En medio del caos y la destrucción que dejó la tormenta en Bahía Blanca, Victoria encontró un motivo para sonreír: se convirtió en mamá. Su hija, Isabella, nació el mismo día en que la ciudad quedó bajo el agua, transformándose en un símbolo de esperanza en medio de la tragedia.
Victoria relató su historia al medio local La Brújula 24. “Estamos contentos entre tanta cosa mala. Nació Isabella el mismo día de la inundación, un rato después de que desbordó el canal”, contó.
Residente del barrio Tiro Federal, aquella mañana comenzó con contracciones y, sin saber la magnitud del desastre, decidió salir rumbo al hospital. “Menos mal que lo hicimos porque, si no, no llegábamos a ningún lado”, recordó.
El parto estaba previsto para el 23 de marzo, pero el nacimiento se adelantó dos semanas. “No sabemos si fue por la situación o qué, pero se adelantó”, agregó la mamá.
Inicialmente, la pareja intentó llegar al Privado del Sur, pero el temporal se lo impidió y tuvieron que dirigirse al Hospital Italiano. En el camino, los vecinos les advirtieron sobre el peligro en las calles, donde el asfalto estaba levantado.
Fue en ese momento cuando conocieron a Marta, una mujer que, junto a su familia y otros vecinos, ayudaba a frenar el tránsito y asistió a Victoria durante el trabajo de parto.
Cuando apenas faltaban cuatro cuadras para llegar, la situación se volvió crítica. Allí apareció Ignacio, otro vecino que no dudó en ayudarlos: los subió a su camioneta y los llevó hasta el hospital. “Cuarenta minutos después nació Isabella. Llegamos con lo justo”, contó Victoria.
Por suerte, la casa de Victoria no sufrió daños debido a las fuertes lluvias y la inundación. “Es todo alegría para nosotros”, expresó emocionada.
