Una nueva tormenta se avecina en el horizonte del Senado de la Nación Argentina. Es que el próximo 31 de marzo vence el congelamiento de las dietas de los senadores dispuesto por la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien a principios de enero de este año, decidió prorrogar la medida que afecta los sueldos de los legisladores. En este contexto, si no se avanza en una nueva disposición desde la cámara alta, los haberes superarán los 9 millones de pesos.
Tanto Villarruel como los senadores se encuentran en una posición incómoda. Se sabe que los aumentos en los sueldos de la política nunca son bien recibidos por la sociedad y, menos aun, en un contexto delicado donde gran parte del pueblo argentino ha sufrido los embates de la economía nacional.
Desde hace semanas, desde el entorno de la vicepresidenta dejaron entrever que la excompañera de fórmula de Javier Milei tratará de no quedar expuesta y buscará que sean los distintos bloques los que queden en la mira de los medios y las críticas de la población.
La discusión por los salarios de los senadores se desarrollará en la víspera de una sesión caliente en la que se debatirá si la cámara alta le da luz verde a Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo para integrar la Corte. De hecho, la propia Villarruel realizó un tiro de aproximación durante la pasada sesión del 12 de diciembre, jornada en la que el exlegislador Edgardo Kueider fue expulsado. Sin embargo, ese intento no avanzó por falta de consenso de los jefes de bloque. Finalmente, la vicepresidenta terminó prorrogando el decreto 27/24 motorizado en agosto de 2024, cuando la presión social tras la noticia sobre el monto que pasarían a cobrar los legisladores obligó a las autoridades a freezar el incremento.
En la actualidad, cada senador percibe a partir de diferentes ítems una dieta que supera los 7 millones en bruto. En este contexto, Victoria Villarruel ha manifestado en diferentes momentos que los legisladores deben cobrar bien y hasta se animó a sostener que, incluso lo que percibe ella por su función, no es suficiente.
Según algunas versiones, el objetivo de la vicepresidenta es que los sueldos de los legisladores queden congelados durante todo el 2025, algo que resulta extraño si se tienen en cuenta las declaraciones vertidas por la vicepresidenta en varias entrevistas. No obstante, desde el oficialismo saben que el país acaba de ingresar en un año electoral y el objetivo es disminuir los errores no forzados.
