En la Legislatura de Tucumán hay presentados más de 30 proyectos para reformar el sistema electoral. Los ejes principales que abordará son: la limitación o eliminación de los acoples, la implementación de la boleta única electrónica, la paridad de género, la reforma de la ley de partidos políticos y la creación de un fuero electoral.
Tanto el gobernador de la provincia Osvaldo Jaldo, como el vicegobernador Miguel Acevedo, demostraron que están impulsando los cambios que reclaman desde hace décadas los ciudadanos.
Jaldo se refirió la semana pasada al tema y afirmó que se avanza en el análisis y como son varias las opiniones presentadas no se puede decir con antelación cual va a ser finalmente por el que se termine optando.
Hay una convicción en Casa de Gobierno que este es un año electoral, ya que en octubre los argentinos concurriremos a las urnas para elegir diputados y senadores nacionales. Por lo tanto hay que esperar al año que viene para sancionar las reformas políticas, para no mezclar los intereses en juego.
En cambio el vicegobernador Miguel Acevedo, cree que este año deberían realizarse las reformas a la legislación vigente para darle tiempo a los partidos políticos que se amolden a los cambios. Entre las reformas que parecieran inevitables está la reducción de acoples, para que haya menos boletas en el cuarto oscuro.
La Comisión de Legislación General, donde iniciará el debate para la reforma está presidida por Gerónimo Vargas Aignasse. La misma tiene de vicepresidenta a Sara Assán, y el secretario es Walter Berarducci, y la integran los parlamentarios Carolina Vargas Aignasse, Mario Leito, José Ignacio Macome y Christian Rodríguez. Al encuentro se sumaron además Eduardo Verón Guerra y Adriana Najar.
El legislador Walter Berarducci reconoció la disposición de las autoridades de la cámara para avanzar en la reforma: “Vemos con agrado que el oficialismo haya posibilitado esta instancia de diálogo. Es fundamental que discutamos modificaciones al régimen electoral, no solo en cuanto a la forma de elegir candidatos, sino también en temas como el financiamiento y control de los partidos políticos”.
La sociedad mayoritariamente está concentrada en los problemas cotidianos, y aquellos que tienen las condiciones como para preocuparse de las cuestiones institucionales y políticas esperan que este no sea un nuevo intento fallido. Tucumán tiene un sistema electoral oneroso y ajustado a la medida de los que ejercen el poder porque son quienes cuentan con disponibilidad de dinero suficiente como para enfrentar con éxito una elección. La sociedad siente impotencia frente a esta realidad y lo único que opone es la resignación.