El precio de la nafta obliga a repensar los hábitos al volante. Expertos aseguran que una conducción eficiente puede marcar la diferencia en el gasto mensual de combustible. La velocidad ideal, dicen, oscila entre 80 y 90 km/h.
Esta franja permite al motor trabajar sin sobreesfuerzos, especialmente en rutas o autopistas. En ciudad, donde el tránsito es más irregular, se recomienda mantener un ritmo constante entre 50 y 70 km/h y evitar aceleraciones bruscas.
Otras estrategias incluyen revisar la presión de los neumáticos, usar el aire acondicionado con moderación y evitar cargar peso innecesario en el baúl.
Además, el buen estado del auto es fundamental: filtros limpios, bujías en buen estado y aceite adecuado hacen que el motor trabaje mejor y consuma menos.
Un mantenimiento periódico no solo reduce el consumo, sino que también prolonga la vida útil del vehículo, con un ahorro acumulado que puede ser significativo en el año.