Las desventuras del gremio metalúrgico bajo la gestión libertaria continúan más allá de que el Gobierno dictó la conciliación obligatoria de cara al plan de lucha que la UOM iba a reactivar el miércoles pasado con paro nacional en todos sus sectores de actividad, como lo decretara su Congreso Nacional de Delegados.
Tanto el rubro de metalmecánica como el de siderurgia, este último con un freno hidráulico en su paritaria que ya cumplió nueve meses, reflejan la cuestión del techo salarial y paritarias pisadas que estableció la Casa Rosada. Todo en base a los cálculos antiinflacionarios del ministro de Economía Luis Caputo para mantener el ajuste de los ingresos. Esa presión sobre los haberes incluye jubilaciones.
Con algunos contactos informales con las empresas, bajo la tregua forzada por 15 días hábiles, para este martes está prevista una nueva audiencia entre las empresas y la UOM. Será desde las 14 y el debate por la mejora de sueldos de los trabajadores y trabajadoras de metalmecánica suscriptos en la rama 17.
El jueves será el momento para los metalúgurcos en pos de discutir salarios con la Cámara Argentina del Acero, para la Rama 21 que agrupa a los siderúrgicos.
Las expectativas sindicales ni siquiera llegan al nivel de austeridad, mucho más analizando la presión del Gobierno sobre acuerdos que superen el margen del “deber ser” paritario como intenta la Casa Rosada en el gremio de Comercio.
“El contexto queda a la vista de quien quiera apreciarlo, las patronales están al mando de la secretaría de Trabajo y esto no solo tiene que ver con la negociación colectiva. Tienen decidido avanzar sobre los convenios colectivos”, lamentaba una fuente del secretariado nacional metalúrgico ante la consulta de BAE Negocios. La visión sindical va más allá de que al frente de la cartera laboral está Julio Cordero, un abogado que dejó el grupo Techint para sumarse a la administración pública, sino también a expectativas de las empleadoras “para disciplinar a la UOM”, que vienen de etapas cuando incluso Javier Milei ni siquiera era legislador nacional.
Hay un destaque metalúrgico que mira a su propio flanco interno con relación al último destello sobre novedades positivas que se apreció con el principio de acuerdo de la UOM de Villa Constitución con la acería Acíndar. “Los compañeros acordaron algo que de entrada representa una pérdida del 5%”, deslizó otro dirigente que integra la mesa al comando de Abel Furlán.
“Reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de los derechos laborales, la mejora de las condiciones de vida y el respeto por la dignidad del trabajo”, mantiene como síntesis de su análisis el secretario general de la UOM a la hora de considerar el escenario paritario, salarial y laboral.
Para lo reciente de la negociación colectiva las empresas ofrecieron el 2% para abril y 1% para mayo y junio, una propuesta con la partitura de la Casa Rosada y que fue rechazada por el sindicato ante el nivel de inflación, que consideran innegable con la misma tesitura que la CGT resumió en cuanto a los “precios liberados”.
“La situación es muy compleja. Ya perdimos 22.000 puestos de trabajo, y tenemos en riesgo entre 30.000 y 50.000 más por la apertura indiscriminada de importaciones”. Como publicó este diario las cesantías ya se detonaron incluso en zonas fabriles del Conurbano, como lo expresara Adrián Pérez el titular de la UOM Quilmes, Florencio Varela y Berazategui.
