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Pepe Mujica recibe cuidados paliativos, transita el final de su vida

Por primera vez desde 1985, José “Pepe” Mujica no fue a votar en unas elecciones. El histórico referente del Movimiento de Participación Popular (MPP) se encuentra en estado terminal debido a un cáncer de esófago que se extendió a otros órganos, y permanece en su chacra de Rincón del Cerro bajo cuidados paliativos. Su esposa, la exvicepresidenta Lucía Topolansky, confirmó: “Está en la meseta, está a término. Esto tiene un final anunciado”.

La salud de Mujica se deterioró de manera significativa durante las últimas semanas. “Estamos haciendo lo necesario para que viva este último pasaje de su vida lo mejor posible”, dijo Topolansky en diálogo con Radio Sarandí. El exmandatario, de 89 años, había revelado en enero que el tumor había hecho metástasis y que no podía someterse a tratamientos agresivos: “No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta”, explicó entonces. “Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso”.

Durante más de tres décadas, Mujica mantuvo una presencia activa en cada proceso electoral. Incluso el año pasado, en las elecciones presidenciales, votó en silla de ruedas y con bastón. Esta vez, no pudo hacerlo. “Íbamos a hacer el esfuerzo de ir a votar, pero el traslado en el vehículo era mucho para él y la médica le recomendó que no fuera”, señaló Topolansky.

Desde su entorno más cercano procuran preservar la intimidad. “Yo estoy hace más de 40 años con él y voy a estar hasta el final; eso fue lo que prometí. Lo que tratamos de hacer es reservar la intimidad de nuestra familia, pero con un personaje como Pepe es medio imposible”, expresó su compañera de vida. También indicó que buscan que Mujica reciba únicamente a las personas que él quiere ver.

El presidente de la República, Yamandú Orsi, lo visitó en los días previos a los comicios y relató: “Está mal”. Más tarde, agregó: “Está en un estado de salud delicado, no puede moverse. Estamos todos tratando de cuidarlo y que no haga cosas que lo puedan perjudicar”. Orsi destacó que, aún en esta situación, Mujica continúa brindando ideas: “Sigue siendo muy útil para esas conversas de media hora, una hora, dos horas, donde te traés un paquete de ideas y de sensibilidades que nos vienen muy bien”.

El secretario de Presidencia, Alejandro “Pacha” Sánchez, también se refirió a la situación: “A veces está mejor, otras veces un poco más dolorido. Lo estamos acompañando”. Recordó, además, que Mujica está próximo a cumplir 90 años, el 20 de mayo: “Está rodeado de afecto y se mantiene con la lucidez y la templanza que siempre lo caracterizó”.

En diciembre pasado, el expresidente se sometió a un procedimiento médico para facilitar su alimentación e hidratación. Desde entonces, su actividad pública se redujo de forma drástica. En una entrevista publicada en enero por el semanario Búsqueda, había adelantado su deseo de morir en su hogar: “Yo me voy a morir acá. Ahí afuera hay una sequoia grandota. Está Manuela —su perra— enterrada ahí. Estoy haciendo los papeles para que ahí también me entierren a mí. Y ya está”.

El domingo, el intendente electo de Montevideo, Mario Bergara, agradeció públicamente a Mujica tras su victoria: “Este triunfo también lleva tu sello. El de quien siembra sin pedir nada a cambio, el de quien cree en la gente siempre”, escribió en X. “Porque vos no hablás de la gente, hablás con la gente. Y esa lección nos guiará en nuestra tarea”.

El último acto de presencia política de Mujica se apagó sin discursos ni flashes. En su chacra, con los suyos, el expresidente transita su despedida fiel a su estilo: austero, reservado y con la convicción de que cada ciclo tiene su final.