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Absurdo. El salario mínimo quedó por debajo de la línea de indigencia

Los gastos de pobreza e indigencia volvieron a mostrar en abril un incremento inferior a la inflación, aunque con una particularidad: aumentaron más en la medición del instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (Idecba) que en la difundida por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), con lo que se amplió la brecha entre las canastas de los dos organismos.

La Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca el límite de la indigencia, tuvo un incremento del 1,3% en la medición nacional (que abarca a la Cuidad de Buenos Aires y el conurbano) y del 1,45% en la del distrito porteño, diferencia que se amplía en el caso de la Canasta Básica Total (CBT), que establece el umbral de la pobreza, con subas del 0,9% y 1,71%, respectivamente.

De esa manera, se ensanchó la brecha para considerar qué familia es pobre o indigente entre las dos mediciones, con una diferencia del 5,15% en el primer caso y del 25,58% para la indigencia.

En  cualquier caso, no solo la canasta de pobreza sino hasta la de indigencia no puede ser alcanzada por el salario mínimo, fijado en $302.600 para el mes pasado.

Para el Indec, una familia de cuatro integrantes fue catalogada como indigente en abril si no pudo hacer frente a gastos de $502.291 y pasó a ser pobre si no superó el tope de $1.110.063, pero para Idecba esos topes fueron respectivamente de $630.797 y $1.167.271.

Como curiosidad estadística, se destaca que el monto que para Idecba representa el tope de pobreza para una familia de cuatro personas, es prácticamente el mismo que el Indec considera para un grupo familiar de cinco integrantes ($1.167.542).

Debe tenerse en cuenta que para cualquiera de las dos mediciones no se tienen en cuenta los gastos de alquiler ni de expensas comunes, que elevarían sustancialmente los requerimientos de recursos señalados.

En consecuencia, el salario mínimo alcanzó el mes pasado para hacer frente a 8 días de los gastos de pobreza.

Las diferencias entre las mediciones del Indec y del Idecba también se dan en la comparación interanual, en la que, al igual que en la mensual, queda en evidencia una brecha más amplia en el caso de la indigencia que en el de la pobreza.

Al respecto, el incremento de los gastos de pobreza desde abril de 2024 fue del 34% para el Indec y de 35% para Idecba, pero en el caso de la indigencia los incrementos fueron de 34,6% para el organismo nacional y del 41,35% para el de CABA.

Además de la indigencia y la pobreza, en la Ciudad también se tienen en cuenta otros estratos socioeconómicos.

Así, para el organismo porteño una familia de cuatro integrantes fue indigente en abril si no llegó a cubrir gastos hasta $630.787,35 y fue “pobre no indigente” si tuvo recursos entre $630.787,36 y $1.167.271,04.

Si contó con fondos entre $1.167,271,05 y $1.472.424,03 revistió en la categoría de “no pobres vulnerables” y pasó a ser del “sector medio frágil” entre $1.472.424,04 y $1.840.530,04.

Por último, esa familia fue de clase media si contó con ingresos para hacer frente a gastos en $1.840.530,04 y $5.889.696,15 y si tuvo más que ese monto, pasó a integrar los denominados “sectores acomodados”.