Un empleado municipal y su pareja fueron condenados mediante un procedimiento abreviado, a 4 años y 5 meses de prisión efectiva y al pago de una multa de 4.680.000 pesos en el caso de él, tras ser acusado de vender drogas de diseño, como éxtasis y cristal, en fiestas electrónicas y en modalidad delivery a través de la aplicación de mensajería Telegram, donde se hacía llamar con el alias “Willy Wonka”.
Tras ser detenido en diciembre del año pasado, el acusado, Víctor Sebastián Cicchirillo, fue condenado por el delito de comercio de estupefacientes en una audiencia oral y pública desarrollada el 15 de mayo último en los Tribunales Federales de Rosario, en el marco de un acuerdo pleno homologado por el juez de Garantías de Rosario Carlos Vera Barros, y los fiscales coadyuvantes Franco Benetti y Santiago Cruz Alberdi, integrantes de la Oficina de Narcocriminalidad del Área de Investigación y Litigio de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Rosario
La pareja de Cicchirillo, Eliana Soledad Cabrera, también fue condenada pero en carácter de partícipe secundaria del mismo delito, a 3 años de prisión de ejecución condicional, al pago de 2.600.000 pesos de multa y a la imposición de reglas de conducta por el plazo de la pena. El caso tuvo un tercer implicado, que resultó sobreseído.
A partir de una denuncia anónima, se iniciaron las tareas investigativas del Ministerio Público Fiscal.
En la denuncia se advertía sobre “la venta de drogas pastillas” por Telegram en un grupo llamado “Flores en Rosario” por parte de un usuario que usaba en su perfil el nombre “Willi Wonka” -en alusión al personaje del libro infantil «Charlie y la fábrica de chocolate»-. Entre otros datos, se detallaba el domicilio del sospechoso en el barrio Triángulo de Rosario y que se movilizaba en una moto.
La información volcada en la denuncia se fue corroborando a través de diversas medidas que adoptaron los fiscales, como determinar la titularidad de la línea telefónica -a nombre de Cicchirillo- e identificar el usuario que ofrecía pastillas de éxtasis en el grupo de Telegram mencionado.
A partir de ese momento, se intensificaron las tareas de campo de la Brigada Antidrogas de la PFA.
La pesquisa permitió documentar las modalidades de venta. Algunas fueron “cara a cara”, predominantemente en fiestas electrónicas en el Salón Metropolitano (calle Junín al 500), de las cuales participaban, según los registros policiales, Cicchirillo, Cabrera y un tercer sospechoso identificado como Marcelo V. Allí realizaban ventas tipo “pasamanos” de manera sigilosa en pleno desarrollo del evento.
Ese seguimiento permitió constatar al menos diez ventas el 6 de septiembre de 2024, otras 20 el 10 de octubre, y al menos 40 transacciones entre los días 8 y 10 de noviembre. De la misma manera, a Cicchirillo se lo captó en al menos dos ventas en su domicilio de la calle Gaboto al 5700 el 4 de octubre; y en otras seis el 22 de noviembre, en inmediaciones de un gimnasio que frecuentaba, ubicado en avenida Pellegrini y bulevar Avellaneda.
La segunda modalidad era tipo “delivery”. Para ello el principal acusado y su pareja utilizaban un auto Chevrolet Cruze, se dirigían al punto de encuentro con el comprador, lo subían al vehículo, daban una vuelta a la manzana y lo dejaban en el mismo lugar. Así, se constataron al menos doce ventas en la semana del 8 al 15 de noviembre.
Para avanzar en la investigación y confirmar las maniobras, intervino un investigador se hizo pasar por presunto comprador de drogas y mantuvo conversaciones con el vendedor que se identificaba en redes con alias “Willy Wonka”.
“Holi, ¿cómo estás? ¿Pregunta, te quedan rolas? Me pasaron tu número en la última fiesta que se hizo en el metro, te compró una amiga esa noche”, consultó el agente encubierto en uno de los chats por Telegram que quedó registrado durante la investigación. Al rato, Willi Wonka proporciona una lista con precios de las drogas de diseño, y donde se detallan las opciones: “Cris”, “Pantera Rosa”, “Ositos”, “Carteristas Gucci”, “Jey Jey ex Bukele”, cada una acompañada por emoji representativo.
En otra conversación con un supuesto comprador, reveladora de los hechos, Cicchirillo trató de mantener cierto resguardo. “Hola Bro, ¿qué tal, quién te paso mi número”? Y luego envía un mensaje de voz donde dijo: “Brother, si no te jode, te voy a hacer unas preguntas, porque yo en realidad le vendo solamente a los del círculo cerrado y a recomendados de gente que conozco, espero que me entiendas, si no te jode, te pregunto unas boludeces y corroboro”.
Con las vigilancias, seguimientos e interceptaciones telefónicas se corroboró la comercialización de estupefacientes. Una vez que la tarea investigativa determinó el modo en que operaba el grupo, el 6 de diciembre de 2024 se realizaron los allanamientos donde se produjeron las detenciones y se secuestraron elementos de interés.
En el domicilio de Cicchirillo se incautaron 448 pastillas de éxtasis; comprimidos (trozos) de éxtasis/MDMA por un peso de 11,4 gramos, y cristal de metanfetamina “ice” por un peso de 2,4 gramos. El dueño de casa quedó detenido luego de tratar de ocultar una bolsa de nailon con los estupefacientes en la terraza.
El material secuestrado fue enviado a la División Laboratorio Químico de la PFA, que mediante un peritaje constató la existencia de MDMA (metilendioximetanfetamina) conocida como éxtasis, y ketamina.