El Gobierno quiere jugar sus mejores fichas para asegurarse la victoria electoral este año: poner al vocero presidencial Manuel Adorni para la Legislatura porteña fue solo el comienzo y habrá más nombres de peso en las boletas de octubre. Sin embargo, fuentes libertarias reconocen que se tratarán de elecciones testimoniales y, aunque aseguran que Adorni va a asumir como legislador, Karina Milei tiene en carpeta un proyecto mayor para él que encubre una jugada para empoderarse frente a la influencia del asesor Santiago Caputo, el tercer vértice del «Triángulo de hierro» del presidente Javier Milei.
El rumor de pasillo en la Casa Rosada circula hace tiempo: Adorni podría reemplazar a Guillermo Francos como jefe de Gabinete. Las fuentes consultadas reconocieron en estricto off the record que lo evalúan porque no solamente así conseguirían que pueda mantenerse como portavoz presidencial, sino que además consolidarían la injerencia de Karina, la secretaria general de la Presidencia que hoy disputa silenciosamente con la conquista del ala de Caputo.
La interna comenzó a visibilizarse con el armado bonaerense: del lado de Karina Milei rivaliza Sebastián Pareja y los Menem -Eduardo, Martín y Sharif-, mientras que del otro lado está la agrupación de Caputo, las «Fuerzas del Cielo», que tiene como protagonistas al jefe de bloque bonaerense Agustín Romo; al secretario de Culto, Nahuel Sotelo; y al coordinador de Tres de Febrero, Lucas Sagaz Luna.
Desde la Casa Rosada lo minimizan como algo «natural» que tiene fecha de vencimiento: «Algún día Milei va a tener que decirles que se dejen de joder», analizó una fuente cercana al Presidente en diálogo con este medio.
«Milei sabe todo, solo que todavía no tomó cartas en el asunto. Es un equilibrista y un ‘tiempista’, porque eventualmente va a tener que hacerlo. Cuando lo haga, va a ser sangriento«, agregó. Para quien sea que le preguntes en el Gobierno la decisión es previsible: si tiene que elegir entre Karina o Santiago, el Presidente va a elegir a su hermana. «Si realmente estuviera todo mal con Karina, Santiago sabe que no estaría más acá», consideró una fuente extremadamente cercana al asesor.
El primer movimiento en el tablero será cuando le toque asumir a Adorni en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, para la que fue electo con más del 30% de los votos. En el seno libertario no se imaginan a nadie reemplazándolo frente a la vocería y, si bien en un momento consideraron como posible que cumpla ambos roles, desde Las Fuerzas del Cielo dieron batalla para que no se arriesguen a dar esa discusión legal y operaron que no sería apropiado que no asuma si ya dio su palabra.
No hay dudas de que efectivamente va a asumir, pero no va a ser por mucho tiempo. «Asume, se toma unas merecidas vacaciones, y ahí vemos», describieron. Podría haber más de una candidatura testimonial, como por ejemplo la de Patricia Bullrich, ministra de Seguridad. Según las fuentes de Casa Rosada, ella puede ir como candidata a senadora por la Ciudad de Buenos Aires en octubre porque mide, pero no solamente no hay un nombre para reemplazarla en el ministerio sino que a ella no le interesa ocupar un cargo que no sea en el Ejecutivo.
Pero el caso de Adorni va más allá y su eventual lugar en la jefatura de Gabinete implicaría un cambio de estrategia política que está ligado a la reconfiguración legislativa después de octubre, el mes bisagra. Con un empoderamiento del oficialismo en el Congreso, el rol del «dialoguista» que mantuvo hasta ahora Francos empezará a desdibujarse.
«La etapa de Guillermo Francos ya está cumplida«, aseguró un karinista. «Francos ya perdió credibilidad«, consideró otro alfil de la secretaria al tanto de las negociaciones parlamentarias. Creen que las promesas incumplidas del Gobierno ya no dejaron margen para acordar políticamente y, con un Congreso más violeta, ya no haría falta tampoco.
Los compromisos que quedaron pendientes se debieron lisa y llanamente a que Francos ponía sobre la mesa cuestiones que después Caputo no autorizaba: eso con Adorni como jefe de Gabinete no pasaría, puesto que él es Karina y ella no le reporta a Caputo. Por eso se habla de su empoderamiento.
De todos modos, lejos se mantendrá la armadora de la estrategia judicial, que Caputo teje con el viceministro Sebastián Amerio: «Es mejor que ella no se meta ahí, hay que tener estómago», aseguran. Él además controla la Secretaría de Inteligencia y la gestión de las empresas públicas. Un pulpo que, reconocen las fuentes, sería difícil de revertir.
El vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y el secretario del Interior, Lisandro Catalán, también recobrarían más influencia con este recambio. Si Catalán no es candidato en Tucumán -algo que todavía se baraja como posibilidad-, las segundas líneas de Jefatura se solidificarían en su relación con los gobernadores, puesto que en la Casa Rosada no ven a Adorni sentándose a negociar en una mesa con mandatarios provinciales.
La incógnita sería el futuro de Francos, en este caso, puesto que el presidente Milei quiere mantenerlo en su equipo: todo el «Triángulo de hierro» está conforme con el trabajo del ministro coordinador y su cercanía con Milei además lo blindó frente a un sinfín de cuestionamientos: «Lo renuncian cada tres meses», se ríen algunos.
A priori, las fuentes creen que el jefe de Estado le dejaría esa decisión al propio Francos, que descartan que quiera ser candidato a senador, aunque otros también creen que él tomaría el lugar que explícitamente le pida el Presidente. Por ahora, no hubo ningún pedido.