Para evitar posibles falsificaciones y problemas que pueden traer billetes de dólar viejos, la Reserva Federal (FED) y la Oficina de Grabado e Impresión (BEP) de los Estados Unidos están realizando un trabajo de canje exhaustivo para sacar de circulación ejemplares con signos de deterioro, suciedad, vejez o rotura.
Esto nos afecta a los argentinos porque desde hace décadas muchos optan por ahorrar en dólares. Y en los últimos años, la manera más rápida de conseguirlos fue en el mercado informal, con billetes físicos. De todas maneras, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) está instando a los bancos a aceptarlos para mandarlos a su intercambio.
Para las instituciones norteamericanas, ya no pueden ser aceptados billetes que tengan recortes, esquinas faltantes, manchas, decoloración, marcas visibles o deterioro por humedad o calor. Con esta nueva normativa es probable que los bancos nacionales se vean obligados a utilizar los mismos criterios que la FED.
Si bien no se trata de un cambio inmediato en las costumbres y el uso de los dólares, es probable que sea una transición. Y estos cambios afectarán, en mayor medida, a quienes guarden billetes desde hace muchos años. Por lo tanto, los dólares en el colchón podrían dejar de ser aceptados. Además, se emitirán nuevos ejemplares de 5, 10, 20 y 50 dólares.
De 2026 hasta 2034, el Departamento del Tesoro, a través de la BEP diseñará nuevos billetes de 5, 10, 20, 50 y 100 dólares. Se incluirán nuevas medidas de seguridad para garantizar un método más infalible para comprobar ejemplares falsificados.
El mundo está yendo hacia una digitalización del dinero, pero la costumbre de realizar transacciones con billetes físicos está arraigada. Especialmente en sectores formales o parcialmente bancarizados. Además, después de experiencias como el corralito nadie le da sus dólares a los bancos, por lo que es probable que muchos ahorristas tengan billetes viejos.
