Desde hace varias semanas está instalada en el campo económico y financiero la disputa por la acumulación o no de reservas por el BCRA. Sigilosamente el equipo económico salió a comprar dólares en bloque en el mercado de cambios, operación confirmada por fuentes del Palacio de Hacienda.
Son «en bloque» porque son por montos elevados, la primera de ellas fue por u$s 200 millones, cuya oferta provino de emisiones de deuda de empresas o provincias en el exterior.
Las mismas fuentes aseguraron que en las próximas semanas se repetirán este tipo de operaciones. La próxima candidata: la provincia de Córdoba que se convirtió la semana pasada en el primer distrito en volver al mercado internacional de capitales, algo que no se veía desde el 2018.
Fue una emisión de bonos por u$s 725 millones bajo legislación de Nueva York, a una tasa del 9,75% anual y vencimiento en 2032. La intención del gobernador Martín Llaryora es avanzar con la obra pública demorada por el ajuste en todos los niveles del Estado, y llegar con viento en popa para las elecciones del 2027.
En lo estrictamente cambiario, esa oferta de dólares puede ser comprada en bloque por el Tesoro Nacional. Todos ganan: la provincia o empresa que vende porque no derrumba el mercado y lo mismo el equipo económico, que suma reservas sin provocar volatilidad cambiaria.
Por este motivo debe comenzarse a analizar que cada lanzamiento de una empresa o provincia en el exterior, siempre que no sea renovación de deuda, es candidata a que una parte de la emisión sea adquirida por el Tesoro.
«No implica emisión de pesos», destacó la misma fuente consultada agregando que las compras surgen de pesos del superávit. En ese sentido no hay preocupación oficial por la acumulación de reservas dado que a este mecanismo disponible suman otros.
El plan oficial para el segundo semestre contempla sumar dólares por la concesión de Aysa, la de Transener y otros activos en poder del Estado.
En ese sentido es clave el accionar del ABE (Agencia de Administración de Bienes del Estado) a cargo de Nicolás Alberto Pakgojz. A ello se suma la licitación de las hidroeléctricas concesionadas que fueron concesionadas en los 90s, en la gestión de Domingo Cavallo y Carlos Bastos en Energía, con contratos que finalizaron en 2023.
Un clásico argentino: fueron prorrogados en repetidas ocasiones y ahora llegó el turno del emprolijamiento de sus operaciones, de manera precaria hasta ahora. Las que están en el menú son el Chocón y Arroyito, Cerros Colorados, Alicurá y Piedra del Águila. ¿De cuánto estamos hablando? Estiman que el Tesoro podría sumar cerca de u$s 500 millones por estas concesiones.
En paralelo, y siempre que las condiciones del mercado lo permitan, podrían repetirse operaciones como las del Bonte 2030 en pesos, que ya permitió acumular u$s 1.500 millones al Tesoro.
En ese sentido, restan ocho días para el vencimiento semestral de los bonares y globales surgidos de la fracasada restructuración de la deuda de Martín Guzmán en el 2020, dado que nunca logró que el país vuelva a ser sujeto de crédito en los mercados internacionales. Al contrario, luego de esa operación, el riesgo país trepó a 3000 puntos.
Ese vencimiento suma u$s 4500 millones y esta semana y la próxima serán claves para medir el porcentaje de reinversión de esos pagos por el servicio de intereses y amortización. Por lo pronto, el staff del FMI en las próximas horas dará el waiver por la falta de acumulación de reservas a junio.
Ahora es turno del segundo semestre, más desafiante.