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A la espera de los dólares

A casi un mes de la primera revisión del programa según el acuerdo firmado en abril con el FMI, todavía no hay una fecha para la reunión del directorio en la que se determinará si Argentina consigue los u$s 2000 millones.

Con la misión técnica argentina de nuevo en el país, no hubo mayores definiciones sobre la revisión. La vocera del organismo, Julie Kozack, expresó que no está definido cuándo se reunirá el directorio ni cuándo habrá definiciones sobre un acuerdo a nivel del staff técnico.

Las certezas pertenecen al terreno de lo vedado. Kozack no respondió si el ministro de Economía, Luis Caputo, viajará a Washington. Tampoco los asesores del ministro, Federico Furiase y Martín Vauthier, quisieron dar definiciones sobre si el Gobierno pidió un waiver, o dispensa.

Consultados en el programa After Market sobre si el Gobierno pidió un waiver por el incumplimiento de la meta de acumulación de reservas, los asesores, que también ejercen como directores del Banco Central y del BICE respectivamente, no dieron ninguna precisión.

El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, solo reaccionó con una risa a una publicación en X en la que se leía que Max Alier, el jefe de la misión argentina, había advertido que el programa económico podría colapsar si no se acumulaban reservas y que el Fondo había frenado el giro de u$s 2000 millones.

Si bien no estaba entre los deseos de las partes que el programa tuviera un waiver en la primera revisión, a tres meses de firmarse, existe consenso en torno a que se entregará la dispensa y, con ella, los fondos.

Claudio Loser, exdirector del Hemisferio Occidental del FMI, confía en que el waiver prosperará porque el Gobierno ha cumplido con los objetivos generales en materia fiscal y monetaria.

Consultado sobre las causas de las demoras, el exfuncionario señaló como una posibilidad la negociación con el organismo sobre alternativas para la acumulación de reservas, en línea con el incumplimiento de la meta del 13 de junio.

La acumulación de reservas estuvo en el centro de la discusión. La última novedad al respecto fue el análisis del Instituto Internacional de Finanzas (IIF) que consideró que «la acumulación de reservas y la credibilidad política son claves para reducir la volatilidad».

El Ministerio de Economía registró esa volatilidad y fue Caputo, quien salió a aclarar que la necesidad de reservas no era del Banco Central, sino del Tesoro, que tenía una estrategia de cuatro ejes para acumular fondos: privatizaciones, concesiones, venta de activos y compras en bloques. El otro factor que no incluyó Caputo son las licitaciones de Bonte 2030 que son contabilizadas en el mismo sentido.

Si bien las compras del Tesoro alivian la demanda sobre el Banco Central y asisten a que impacten en reservas, es posible que se ajuste la meta de acumulación hacia adelante para que la entidad monetaria acumule reservas genuinas. La próxima meta de reservas está fijada para septiembre de este año, y establece que el objetivo de acumulación, todavía en terreno negativo, alcance los -u$s 600 millones.

El objetivo más inmediato es la discusión en el directorio de la primera revisión. Si bien no había una fecha fijada originalmente, se esperaba que fuera cercana a la primera revisión. Sin embargo, el organismo luego confirmó que sería el 30 de julio.

Sin embargo, esto no implica que se tome otra fecha de corte para analizar las reservas, por lo que igual el directorio discutiría sobre el incumplimiento.

Si bien las conversaciones «siguen constructivas», el tiempo apremia a que se avance lo más rápido posible, dado que en agosto el FMI entra en receso por tres semanas.

Al respecto, Loser indicó: «El Fondo quiere aprobar y dar el waiver, porque si no se da, va a pegar muy duro en Argentina después de lo que pasó con JP Morgan y MSCI». Esto en referencia a la volatilidad que se generó en las últimas semanas en materia cambiaria.