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Rosendo Fraga: “Villarruel le aportó a Milei un anclaje nacionalista que no tenía”

Amás de un año y medio desde que Javier Milei asumió el poder, la relación con su compañera de fórmula atraviesa un momento de tensión, marcada por diferencias ideológicas y conflictos en el manejo político del Senado. El analista político e historiador Rosendo Fraga explicó que el presidente concentra el poder y adopta una visión liberal y globalista, pero Villarruel “parece más en una postura nacionalista, pero no la nacionalista europea o norteamericana, sino una con la tradición de Argentina”, afirmó en diálogo con Perfil:

Estoy con muchas ganas de tratar de entender si, en el fondo, esta pelea de Villarruel con el presidente Milei responde a cuestiones más profundas que las personales: a cuestiones ideológicas, a una historia de diferencias entre dos derechas, una derecha liberal y una derecha nacionalista, hoy convertida en una derecha globalista —podríamos decir— que representa Milei, y una nacionalista que podría representar Villarruel. Dentro del Ejército argentino también existieron estas dos corrientes: una más desarrollista y nacionalista, como la que triunfó en el golpe en Brasil, pero no en la Argentina, donde predominó la línea más neoliberal, como la de Videla. Por otro lado, están los padres de Villarruel: Eduardo Villarruel, su padre, diploma honor número dos de Malvinas junto a Aldo Rico, reconociendo como sus jefes a Seineldín y al propio Rico. Claramente orientados en el ala de la derecha católica nacionalista. ¿Nos ayudes a entender si estamos frente a un tema coyuntural o a algo más profundo respecto a la ideología?

Yo creo que acá hay más un conflicto de personalidades que ideológico. No digo que el conflicto ideológico no exista; lo que digo es que en este caso es secundario. Es un conflicto más de poder, de personalidad, que ideológico. Por eso tuvieron casi tres años funcionando coordinadamente. Parecía una coalición de derecha, como funcionan hoy en el mundo: suelen ser nacionalistas en lo político y liberales en lo económico.

Vos fijate que hoy Trump, que es nacionalista, Milei —que es más liberal— va con Trump. Y a Villarruel nunca la hemos visto hacer una declaración a favor de Trump. Casi parecen cruzadas las relaciones en este sentido.

Como vos decías en tu comentario, Villarruel parece más en una posición nacionalista. Pero no en la posición nacionalista europea o norteamericana, sino en una tradición nacionalista argentina. En el mundo, la nueva derecha, o la derecha radical, junta economía liberal con nacionalismo político, en algo que no habíamos conocido antes, pero que es clave para entender lo que pasa ahora.

No veo eso en Villarruel. Veo más el nacionalismo tradicional. Y en Milei no veo el liberalismo tradicional. Lo que veo es una cosa más bien diferente, donde la Constitución no ocupa un papel central. Nunca ya se menciona a la Constitución, y eso no me parece positivo, me parece negativo. Y tampoco es exactamente, ¿viste?, la posición liberal que tiene Trump en economía.

¿Podrías contarle a la audiencia más joven las diferencias ideológicas entre los militares de la última dictadura en Argentina y los de Brasil, por ejemplo?. Sí, es correcto esto de decir que los militares brasileños tenían una ideología económica más desarrollista, más nacionalista, más intervencionista. Y las diferentes escuelas económicas a las que adhirieron distintas dictaduras militares fueron distintas: no es lo mismo la de Onganía que la del Proceso. Hay que hacer una pequeña síntesis didáctica para los jóvenes, sobre si había realmente diferencias ideológicas entre los militares latinoamericanos, además de la confluencia en el anticomunismo.

Bueno, sí. Yo creo que en esto, para hacer una síntesis, en la Argentina tenemos que verlo un poco históricamente. Hubo seis golpes militares exitosos en la Argentina entre 1930 y 1976. Es decir, fueron seis los presidentes destituidos por golpes militares. Si hacés un recuento desde el ‘30 al ‘76, casi tres cuartas partes del tiempo gobernaron presidentes militares. Porque también tuviste dos electos que eran militaresPerón Justo. Entonces, hubo un predominio militar.

Ahora, vos tenías liberales y nacionalistas. El punto es que la contradicción argentina era que los nacionalistas eran reacios a volver a la democracia. Los liberales eran más proclives. Por ejemplo, la diferencia entre Levingston y Onganía: Onganía era nacionalista, pero reacio a volver a la democracia; Levingston, te diría, lo contrario. Si te vas más atrás, Uriburu era un nacionalista reacio a volver a la democracia; Justo, un liberal partidario de hacerlo. Esa es la diferencia.

Desarrollismo es una palabra que a veces a las nuevas generaciones no les resulta fácil entender. Los militares brasileños eran desarrollistas. Dentro de las Fuerzas Armadas argentinas había desarrollismo, pero no era mayoritario. El desarrollismo no estaba claramente alineado con liberales o nacionalistas. Por ejemplo, el arquetipo del militar desarrollista fue el General Guglialmelli. Era desarrollista en lo económico, pero en lo político tenía buenas relaciones con todas las fuerzas políticas.

En Brasil predominaba el desarrollismo. En la Argentina, como ha pasado muchas veces, tenías cuadros más diversos, más atomizados, y liderazgos más repartidos.

Sobre Seineldín y Rico… no sé si viste la serie de Menem, donde nuevamente se los vuelve a colocar de moda. De hecho, Eduardo Villarruel, el padre de Victoria, y su tío, Guillermo Villarruel, reconocían a Seineldín como su verdadero jefe. Eduardo fue la mano derecha de Rico en las Malvinas. ¿Cómo se puede explicar eso a los más jóvenes? ¿Qué representaban ideológicamente?

Mirá, al inicio del proceso de Chávez en Venezuela, él miraba a los carapintadas argentinos. Porque el proceso de Chávez empieza a comienzos de los ‘90, ¿no es cierto? Después fue girando a la izquierda, terminó amigo de Fidel Castro. Pero los carapintadas son consecuencia de una frustración: la frustración de haber sido derrotados en Malvinas. La nostalgia de que se podía haber ganado. Y en ese contexto, giran a la derecha.

Rico fue a elecciones en la provincia de Buenos Aires en 1993 y sacó 12% de los votos. Sin antecedentes. ¿Qué era Rico electoralmente? Un nacionalista. Usaba la marcha de San Lorenzo como música de fondo en sus actos. Y te diría: un nacionalista pro-peronista en ese momento. Eso representaba en el plano político.

Déjame interrumpirte ahí. Fijate: 12% sacó Rico solito en la provincia de Buenos Aires con la marcha de San Lorenzo. Evidentemente, cuando Milei elige a Villarruel para integrar la fórmula —y antes, cuando la suma como candidata a diputada en 2021— estaba buscando una alianza con alguien que le aportara votos de algún sector. ¿Se puede decir que en ese 13% de votos de Aldo Rico hay una especie de génesis de los votos que hoy pudiera representar Villarruel?

Yo diría que el supuesto votante de Villarruel hoy sería gente muy grande, ¿no es cierto?, que era simpatizante de esa postura electoral de Rico en la provincia de Buenos Aires. Después, creo que Milei contempló el tema ideológico del por qué generar con Villarruel: él era un liberal sin ninguna raíz nacionalista, ni siquiera una raíz patriótica, que es otra cosa. Y Villarruel le daba ese anclaje. Conjeturo que él pensó en ese tema.

Subirse al tanque el 9 de julio. ¿Qué significa? Subirse al tanque implica un gesto de acercamiento a los militares. Milei busca, con ese acercamiento simbólico, darse una pátina patriótica que no tiene. De alguna manera, eso lo aportaba Villarruel. Acordate que en toda la campaña Milei dijo que Villarruel se iba a encargar de la defensa y la seguridad. Cosa que después no pasó.

¿Cuál es tu visión de la gestión del ministro de Defensa? ¿Las compras de armamento? ¿Cómo ves hoy a las Fuerzas Armadas?

Mirá, yo creo que es Milei puro. Para Milei, la defensa es el alineamiento con Estados Unidos. Esa es la defensa. Es una manifestación de la política exterior, muy marcada. Desde esa perspectiva, Petri es un ministro coherente con esa política. Reequiparse en Estados Unidos, aunque económicamente sea mucho menos de lo que parece. Pero la política es clara, y el ministro está alineado y ejecuta esa política, que depende de la política exterior.

¿No queda nada de aquella corriente ideológica dentro de las Fuerzas Armadas a la que le molestaba el vínculo con Estados Unidos, porque apoyó a Gran Bretaña en la guerra de Malvinas? ¿Hay alguna corriente ideologizada dentro de las Fuerzas Armadas que sienta a Estados Unidos —no como aliado de Inglaterra— y a Inglaterra como su enemiga, o ya no queda nada de eso?

Yo te diría que algo hay. No te voy a decir que sea mayoritario, pero algo hay. El tema Malvinas sigue teniendo gravitación, incluso más que antes. El nacionalismo, en alguna medida, algo creció en los últimos años. A Malvinas le interesa. El ex combatiente sigue teniendo un significado político.