La tensión entre los gobernadores y el Gobierno nacional entra en su fase más caliente: este miércoles la Cámara de Diputados tratará en comisión dos proyectos clave impulsados por las provincias –la coparticipación del Fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y la reforma en la distribución del Impuesto a los Combustibles líquidos- que ya cuentan con media sanción del Senado.
Con el respaldo de un amplio frente opositor, ambas iniciativas tienen garantizado el dictamen y podrían llegar al recinto antes de fin de mes, en una pulseada directa por fondos con la Casa Rosada.
La jornada arranca con la reunión de Presupuesto, que preside José Luis Espert (LLA), para tratar el proyecto que incorpora los ATN a la masa coparticipable y dispone su distribución automática y diaria según la ley vigente.
Más tarde, esa comisión se unirá a la de Energía, que conduce Lorena Villaverde, para avanzar con la iniciativa que elimina fondos fiduciarios solventados con el impuesto a los combustibles y redistribuye la recaudación: 14,29% para el Tesoro Nacional, 52,02% para las provincias (25% en partes iguales y 75% según índices de coparticipación) y 28,69% para la ANSES.
Los bloques que respaldan ambas propuestas incluyen a Unión por la Patria, Democracia para Siempre, Encuentro Federal, la Coalición Cívica, la izquierda e Innovación Federal, que en conjunto aseguran mayoría en comisión. En Presupuesto suman al menos 29 voluntades sobre 49 miembros, y en el plenario con Energía rondan las 50 sobre 84 posibles, incluso sin el respaldo pleno del PRO ni de la UCR.
El oficialismo observa con preocupación el escenario: desde el 1 de marzo, La Libertad Avanza ganó solo una votación en Diputados y perdió 26, incluyendo las 12 caídas consecutivas de la última sesión. El temor libertario es que la oposición ya no tema al argumento de «votar con el kirchnerismo» y que la agenda provincial pese más que las diferencias partidarias.
La oposición busca sancionar estos proyectos en una sesión prevista para el 20 de agosto, junto con el rechazo a los vetos presidenciales sobre el aumento jubilatorio, la moratoria previsional, la emergencia en discapacidad y en Bahía Blanca. Para el oficialismo, blindar esos vetos será difícil, sobre todo el de discapacidad, que tiene fuerte consenso legislativo.
Con los números de comisión a su favor y un frente provincial más alineado que nunca, los gobernadores llegan a esta pulseada con ventaja inicial. El desenlace dependerá de si esa unidad se sostiene hasta el recinto o si el Gobierno logra fracturarla antes de la votación final.