A partir de diciembre, 33 senadores tendrán una dieta de $10,2 millones, tras un acuerdo salarial entre Victoria Villarruel y los gremios. Unión por la Patria es el principal beneficiado con esto, ya que en mayo de este año no quiso renunciar a los aumentos de sus dietas.
De los 33 senadores que verán reflejado este aumento en sus dietas, 32 pertenecen a la bancada que lidera el formoseño José Mayans. La restante es la neuquina Lucila Crexell (MPN), que en diciembre deja su banca y podría conseguir un cargo oficial en el exterior.
Solo dos senadores de Unión por la Patria decidieron desenganchar el aumento de sus dietas de los acuerdos gremiales que alcanzan a los empleados parlamentarios de cada cámara. Estos son Alicia Kirchner y Fernando Rejal. La primera decidió no recibir su dieta y vivir con su jubilación de exgobernadora de Santa Cruz.
La última paritaria dispuso aumentos para los empleados del Congreso del 1,3 % y un bono remunerativo de $25.000 en junio, julio y agosto. Para septiembre, octubre y noviembre, el incremento será de 1,2 % por mes, acompañado por un bono remunerativo de $20.000. En total, representa una suba acumulada del 7,52 %.
Con esta actualización, el valor del módulo se fijará en 2.554 y, al multiplicarlo por los 4.000 correspondientes a las dietas, el resultado supera los $10,2 millones brutos. Sobre ese monto se aplicarán los descuentos habituales —como el Impuesto a las Ganancias—, lo que reducirá el salario neto a cobrar en los primeros días de diciembre. Así, se estima que la dieta de un senador será de $10,2 millones de pesos.
En junio de este año, la titular del Senado, Victoria Villarruel, firmó una resolución para que los senadores que no quisieran recibir en sus dietas los aumentos fijados por acuerdos gremiales pudieran expresarlo por escrito. Así lo hizo el bloque La Libertad Avanza, Frente PRO, UCR y Unidad Federal. El kirchnerismo, en su mayoría, se despegó de esa decisión.
Villarruel, cansada de pagar el costo político por cada aumento de dietas, tomó esta decisión que finalmente la liberó del centro de la atención. Sin embargo, varios senadores fueron críticos de esa decisión y no aceptaron dejar de lado el aumento de sus dietas.