“Cuando tenía 11 años me obligaron a mentir y decir que mi papá abusaba sexualmente de mi. Mi papá está condenado injustamente y necesito que alguien escuche la verdad”. Con esas palabras, Samira Rabi, que hoy tiene 21 años, empieza un video que compartió y viralizó en redes sociales, con el fin de ser escuchada por la Justicia. En los próximas días hará un pedido formal a la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que revise la condena por abuso sexual a 13 años de prisión que recibió su padre, luego que ella mintiera en la cámara Gesell, obligada por su progenitora, quien la sometía a maltrato físico y verbal.
“Esto me viene haciendo mucho daño psicológico, estoy con tratamiento, y me hace muy mal, e interfiere en mi vida social todos los días”, contó Samira en diálogo exclusivo con cronica.com.ar, quien suspendió de manera provisoria el cursado de sus estudios en Derecho, de la Universidad Nacional de Tucumán, para abocarse de lleno a la lucha por la inocencia de su padre.
“Intentamos de todo, nunca nadie nos atendió, nos dicen que no podemos hacer nada”, remarcó a este medio. Y agregó: “Me dicen que la Cámara Penal de Buenos Aires es la única que puede hacer la revisión”.
Mientras tanto, su padre, Fabian Rabi, se encuentra privado de su libertad cumpliendo condena alojado en la Brigada de Tucumán Capital. Aún no fue trasladado a un penal debido a que no hay cupo.
Durante su infancia y parte de su adolescencia, Samira sufrió abuso, maltrato, golpes, abandono y manipulación psicológica.
“En toda mi vida mi mamá fue una persona violenta”, remarcó Samira. Actualmente hoy no tiene relación, sin embargo, las heridas siguen abiertas. “Me agarraba de los pelos, a trompadas, con el palo de escoba, o me tiraba con vasos de vidrio o cuchillos. Eso era lo que me esperaba si yo no decía lo que ella quería”, remarcó.