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Crecen las importaciones para el verano: se espera un crecimiento en el consumo de electrodomésticos

De cara a la próxima temporada de verano y a tono con la facilitación del comercio, la importación de electrodomésticos de climatización registró un crecimiento de hasta 30% respecto al promedio anual; se espera mayor oferta local pero un factor pone presión a los precios

«Si bien se espera un crecimiento, la coyuntura del consumo interno sugiere que podría ser menor al habitual», explicaron desde Jidoka y destacaron que, este año,  la temporada alta para la compra de aires acondicionados, ventiladores y climatizadores se da en un contexto económico «particular» que presenta desafíos y oportunidades para los importadores.

En ese sentido, mientras el sector privado se centra en la «eficiencia» para sortear la pérdida de poder adquisitivo que golpea el consumo, desde la empresa que se dedica al comercio internacional indicaron que «se espera un alza del 30% en la demanda de aires acondicionados«, pero alertaron que «los costos de aduana del 82% amenazan al sector».

En volumen, el sector de importaciones en Argentina ha experimentado una caída intermensual en junio de 2025, con una disminución del 1,2% respecto a mayo y un 0,6% en el acumulado anual. 

No obstante, las importaciones totales en el primer cuatrimestre de 2025 sumaron u$s 24.096 millones, mostrando un crecimiento interanual del 35,7%, impulsado principalmente por el aumento en las cantidades. 

«Esto indica una dinámica compleja donde ciertos sectores pueden experimentar un repunte, mientras otros se contraen», alertan los especialistas que comienzan a advertir que los niveles de stocks crecen por encima del consumo. 

Con todos los estímulos para crecer, las importaciones comienzan a desacelerarse, porque se achica el mercado en medio de un ciclo económico que no termina de despegar, advierten quienes monitorean los datos de intercambio comercial a diario.

Las ventas minoristas cayeron en junio un 0,5% interanual, de acuerdo con un reporte de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). En la comparación con mayo, se anotó también una baja del 6,7% y en el acumulado anual las ventas crecen un 9,1%, pero no alcanza a cubrir la baja de un 17,2% en el mismo período del año pasado.

Por eso, en un escenario que no deja mucho margen para ajustar costos, la logística se vuelve central. «Uno de los principales retos que enfrentan los importadores es la posibilidad de que la mercadería quede detenida en Aduana», dijo Gabriel Salomón, director comercial de Jidoka.

«La falta de pago de tributos, trámites con terceros organismos o demoras en verificaciones pueden generar gastos adicionales significativos, como almacenaje en depósitos fiscales, fletes y demoras en la devolución de contenedores. Estos costos extra impactan directamente en la rentabilidad de las operaciones», destacó.

Como alternativa, el especialista recomendó operar enla Zona Franca La Plata (ZFLP) para que  la mercadería permanezca sin pagar tributos por tiempo indeterminado, con costos fijos en pesos argentinos que «son significativamente menores a los de los depósitos fiscales o nacionales».

Además, según Salomón, esta opción ofrece la flexibilidad de realizar retiros parciales ilimitados.

Como resultado, los importadores alcanzan un manejo «más ágil» del flujo de caja, ya que solo abonan los tributos al momento de nacionalizar la mercadería para su venta

Esta ventaja, según el especialista,  se vuelve «crucial» en un contexto de inflación y variación cambiaria, ya que le permite a las empresas financiarse mejor y, en algunos casos, obtener renta financiera con el capital no inmovilizado en impuestos.

Un caso concreto sería el de un importador que trae 5 contenedores de aires y ventiladores. Tres se venden al mes, uno a los 60 días y otro a los 90. Si nacionaliza toda la carga en Aduana, paga de inmediato todos los impuestos y luego debe costear un depósito nacional. 

En cambio, si utiliza la ZFLP, paga tributos únicamente cuando retira la mercadería para venderla. Esto le permite ahorrar costos, financiarse mejor y hasta obtener renta financiera con el dinero que no inmoviliza en impuestos.

AL considerar la estructura tributaria básica de una importación en Argentina se destacan: Derechos de importación por entre 14% y 35% según el producto; IVA: 21% (o 10,5% en casos específicos); Percepción de IVA: 20%; Percepción de Ganancias: 6% y Tasa de estadística.

La comparación de tarifas de almacenaje es elocuente, indicó Salomón y señaló que la zona franca es entre un 30% y un 50% más económica que un depósito nacional, sumado al beneficio de diferir el pago de impuestos hasta la nacionalización.

«Algo muy importante es que se pueden realizar ventas desde zona franca a aquellos clientes autorizados para poder importar de forma directa, lo que también implica un beneficio financiero», agregó.

Entre los tips para aprovechar la apertura comercial pero superar los costos internos, Salomón a la planificación estratégica y el uso inteligente de las herramientas disponibles: «son clave para que las empresas importadoras capitalicen la demanda estacional y minimicen los riesgos asociados a la operatoria de comercio exterior en Argentina».