Categorías
Noticias Política

Cuadernos de las coimas: “Es totalmente injusto que los empresarios paguen y queden en libertad”

Oscar Centeno, el exchofer del ministerio de Planificación Federal, que con las anotaciones en sus cuadernos de cómo se pagaban sobornos en el kirchnerismo puso al descubierto uno de los mayores escándalos de corrupción que enfrenta Cristina Kirchner, admitió que se siente “impotente” ante la posibilidad de que los empresarios que cobraron coimas zafen del juicio y él enfrente los cargos.

Centeno, que es imputado protegido en un programa especial del Gobierno, afirmó “Yo escribí los cuadernos y lo volvería a hacer”, aseguró.

Aseguró que le parece “injusto” que los empresarios paguen a modo “de reparación” y que con eso logren ser sobreseídos sin juicio, cuando como arrepentidos dijeron que entregaron dinero a los funcionarios.

Viviendo en un lugar secreto, Centeno espera con ansiedad el juicio oral que comenzará el 6 de noviembre de 2025 contra Cristina Kirchner, como jefa de una asociación ilícita, sus exfuncionarios y los empresarios que participaron de la maniobra. En total son 75 acusados.

Por lo pronto, este viernes un grupo de empresarios tendrán una audiencia virtual con los jueces Fernando Canero, Enrique Méndez Signori y Germán Castelli de la que participará la fiscal Fabiana León, donde pedirán pagar una reparación, que se estima en unos 40 millones de dólares, a cambio de no ir a juicio y ser sobreseídos.

Centeno está indignado con esa posibilidad. “Me siento impotente, es totalmente injusto que yo termine juzgado, con la posibilidad de ser condenado y que los empresarios queden en libertad”, expresó.

Los cuadernos de las coimas: cómo empezó, cuál es la trama y quiénes están involucrados

“Cuando me dijo mi defensor de esa posibilidad no lo podía creer, me pareció irónico ante la acusación que se me hace de ser integrante de una asociación ilícita y de actuar como miembro en la causa. Ya pedí mi sobreseimiento a los jueces de instrucción y no me fue aceptado y ¡ahora pasa esto!“, enfatizó.

Centeno se lamentó: “Tendría que haber ido al juicio como testigo y no como imputado. Voy a exponer esto, entre otros fundamentos, para que se entienda mi inocencia. Me parece contrapuesto para mí, que a los que proponen pagar un monto de dinero queden sobreseídos de culpabilidad y es como que aquí no ha pasado nada”.

“Yo no puedo hacerlo, primero porque no cometí ningún cohecho, ni pertenecí a ninguna asociación ilícita, solo hacía el trabajo de chofer como tantos otros. Y segundo, porque yo escribí los cuadernos y lo volvería hacer, aunque crean algunos que es un delito”, afirmó.

– ¿Se arrepintió de convertirse en colaborador y esclarecer el caso?

 No, jamás. Estoy a disposición de la justicia de un principio. Cuando me llevaron de mi casa el 31 de julio de 2018, pasé la noche en un calabozo en la Central de la Policía Federal, no sabía el porque estaba allí, al otro día me llevan a Comodoro Py, en el subsuelo, en el pasillo había un televisor encendido, decía en los títulos “los cuadernos de las coimas” y se veía a las personas que ahora están imputadas, siendo llevadas detenidas por la policía, recién ahí me enteré y me tranquilicé, pensando que yo solo había escrito y que se aclararía toda mi situación y no fue así, seguiré siendo colaborador hasta que se esclarezca.

– Con esta expectativa con el juicio, ¿qué es lo que pretende?

– Mi expectativa es que comience el juicio de una vez por todas y se esclarezca acorde a lo que determine la Justicia en todo lo comprobado. Y pretendo que los cuadernos hayan servido de algo. Porque mientras los escribía, arriesgaba mi vida y la de mis familiares, seguramente toda mi vida seguiré temiendo. Por eso ya llevo siete años, un mes y diez días en el Programa de Protección esperando que inicie el juicio y llegar con vida. Después será lo que Dios quiera, mi vida cambió para siempre, de eso estoy seguro.

– ¿Qué le parece la investigación hasta ahora?

– La investigación ha mostrado un avance cuantitativo y cualitativo a partir de mis escritos, sumado a las demás hechas por el ministerio fiscal, siendo indistinto el modo en que llegaron los cuadernos a la Justicia, sumado a la incertidumbre que existía respecto a que si yo los había escrito. Creo que ahí estuvieron los motivos para ser aprehendido y en estado de sospecha, que pesó sobre mí desde los inicios de la investigación y ahora con el resultado de la pericia, ya se despejó que los escribí yo y carece de sentido la acusación, que aún se mantiene y también se debió a que mantuve oculto mis conocimientos sobre todo lo que viví.

– ¿Debe quedar libre de toda acusación?

– A esta altura me pregunto si la sospecha inicial debe mantenerse o actualizarse con los demás elementos de prueba incorporados y traducirse justamente en que me desvinculen del caso. Todas las diligencias de prueba que se han desarrollado a lo largo de la investigación, solo pueden acreditar que me ocupé de trasladar en automóvil al señor Roberto Baratta, labor que realizaba para la empresa Transcom Service S. A. Solo fui un mero chofer del Licenciado, lo llevaba a dónde él me decía, sin tener conocimiento de lo que iba hacer o dejar de hacer a los lugares que me indicaba. Esto me convierte en un actor fungible en todos los actos, como pasaba con otro chofer cuando yo estaba ausente por algún motivo.

– ¿Cuál sería su deseo con respecto a los funcionarios y empresarios, acusados de cobrar y recibir coimas?

– Mi deseo es que prevalezca la justicia, lo digo nuevamente. Dios no tienta a nadie, todo lo contrario, cada uno es impulsado por sus propios deseos y estos lo llevan a cometer una buena o mala acción en la vida.

– ¿Qué le pareció el resultado de la pericia, que prueba que usted escribió los cuadernos?

 Me pareció correcto el Tribunal Oral 7 en ordenar a que se realice el peritaje. Quedó corroborada la veracidad de mis escritos y se apaciguaron todas las dudas. Me sometí manera voluntaria a realizar el cuerpo de escritura en presencia de los peritos de otros imputados, la fiscal Fabiana León y el presidente del TOF 7, el juez Enrique Méndez Signori.

– Pero hay sobreescrituras y agregados, ¿Quién los hizo?

– No, yo escribí todo y no hay ninguna corrección. Eso fue corroborado por la pericia, que no solo dice que yo escribí todo, sino que no dice que los sobreescritos no fueron escritos por mi, sino que no pueden saberlo a ciencia cierta.