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Ministro negociador. Lisandro Catalán debutó con una paliza en contra

El estreno de Lisandro Catalán como ministro del Interior tuvo un sabor amargo. En su primera prueba política fuerte, la Cámara de Diputados rechazó los vetos de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario y a la Emergencia pediátrica, pese a los intentos del flamante funcionario por alinear a los gobernadores que debía seducir para apuntalar a la Casa Rosada.

La respuesta del Gobierno a la paliza electoral sufrida en las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre parece salida del menú de la casta: creó un ministerio. Rejerarquizó Interior y posicionó a Catalán como el nuevo funcionario de la rosca con los gobernadores. Sin embargo, la receta no surgió efecto. La mesa federal que inauguró después del 7S no hizo mella en la estrategia libertaria por revertir un escenario que ya tenía olor a derrota.

Los ministros Lisandro Catalán, Guillermo Francos y Luis Caputo con gobernadores aliados.

Las votaciones fueron lapidarias. Respecto a la insistencia con la ley de financiamiento universitario, la iniciativa consiguió 174 votos a favor, 67 en contra y una sola abstención. A diferencia de lo sucedido en agosto, cuando había quedado a apenas un voto de alcanzar los dos tercios necesarios, esta vez sumó respaldo más amplio. No sólo se sumaron los bloques opositores, sino también un sector del PRO, legisladores de Innovación Federal y los exoficialistas de Coherencia y del MID.

En cuanto a la emergencia pediátrica, la iniciativa fue confirmada este miércoles con 181 votos positivos, 60 negativos y una abstención. En su primera votación, realizada el 6 de agosto, ya había alcanzado los dos tercios necesarios.

Sin embargo, la fragilidad del Gobierno quedó expuesta también en los gestos fallidos de acercamiento. Pese a que la administración libertaria distribuyó $12.500 millones en Aportes del Tesoro Nacional a cuatro provincias: Misiones, Entre Ríos, Santa Fe y Chaco, el intento de recomponer puentes no alcanzó. El rechazo legislativo dejó al Ejecutivo frente a un desafío mayor: recomponer consensos con gobernadores que fueron aliados en el inicio de la gestión y hoy se muestran cada vez más distantes.

El revés quedó claro en la falta de respaldo de los gobernadores aliados. Ni Provincias Unidas, ni Innovación Federal, ni los mandatarios peronistas de Tucumán y Catamarca, ni los provincialismos de Salta y Misiones aportaron a la estrategia oficialista. En todos esos distritos, candidatos libertarios competirán contra las listas de los oficialismos locales, hecho que, en una lectura rápida, permite interpretar que tensó los vínculos.

Los legisladores mendocinos Lisandro Nieri y Pamela Verasay permanecieron ausentes en buena parte de la sesión, pero regresaron al recinto instantes antes de la votación para oponerse al veto sobre el financiamiento universitario, aun cuando el gobernador Alfredo Cornejo mantiene una alianza electoral con los libertarios de cara a octubre.

El bloque de Provincias Unidas, que agrupa a los mandatarios de Santa Fe, Jujuy y Corrientes, mostró unidad al votar en contra de los vetos. Lo mismo hicieron los cordobeses de Martín Llaryora, los chubutenses de Ignacio Torres y los santacruceños de Claudio Vidal.

Los gobernadores de Provincias Unidas lanzaron un grito contra Javier Milei y rechazaron los vetos a las leyes de ATN, Financiamiento universitario y del Garrahan.

A ellos se sumaron los misioneros de Hugo Passalacqua, comandados políticamente por Carlos Rovira, que celebró la decisión del Congreso como un triunfo político frente a la Casa Rosada.