En un mundo dominado por pantallas, algoritmos y conexiones virtuales, los juegos de mesa vuelven a estar de moda. Si bien los juegos tradicionales siguen captando la atención de las personas, lo que realmente está poniendo esta clase de entretenimiento en el centro de la escena son los juegos modernos, un universo vasto y fascinante que trascendió su nicho para convertirse en un fenómeno cultural global. ¿Qué los hace tan diferentes y por qué están conquistando a millones de personas de todas las edades?
La principal distinción radica en sus mecánicas de juego. Los juegos modernos se caracterizan por la toma de decisiones estratégicas por parte del jugador. Son juegos donde el azar tiene su cuota, pero su importancia se ve reducida en pos de la habilidad, la planificación y la adaptabilidad. “En los juegos modernos todos los jugadores juegan hasta su culminación y tienen una duración estimada: el juego avanza hasta que se llega a un final. Cada partida es una experiencia diferente, impulsada por las elecciones de los participantes”, explica Juan Del Compare, Marketing Manager de Devir, editorial de juegos de mesa modernos en Argentina.
Otra característica central es la variedad de temáticas y narrativas, ya sea para quienes les gusta el espacio, la música, la arquitectura o la ciencia ficción. Los juegos de mesa modernos sumergen a los jugadores en historias elaboradas: desde la colonización de una isla en “Catan” hasta “Rock Hard 1977”, en el que el jugador es un músico prometedor que sueña con triunfar con su grupo y durante la partida asiste a ensayos, conciertos y promociones. Estas temáticas ricas no solo hacen que la experiencia sea más inmersiva, sino que también atraen a un público diverso, con intereses que van más allá del ámbito competitivo tradicional. “La calidad de los productos y el entender que son un producto cultural de autor también son características diferenciales”, explica el ejecutivo.
Los juegos de mesa modernos se dividen frecuentemente en dos grandes categorías: los eurogames y los juegos de estilo americano, cada uno con características distintivas que atraen a diferentes tipos de jugadores. Los eurogames suelen priorizar la estrategia, la planificación y la gestión de recursos. Se caracterizan por mecánicas elegantes, donde los jugadores acumulan puntos de victoria a través de decisiones óptimas. “La temática suele estar integrada de forma más abstracta que literal, priorizando el ingenio del diseño sobre la narrativa inmersiva”, explica Del Compare. En tanto, los americanos se centran en la temática, la narrativa y la experiencia. Los temas son generalmente de ciencia ficción, fantasía, guerra o terror, y la historia que se desarrolla durante el juego es tan importante como el objetivo de ganar. “Lo importante es que cada uno encuentre lo que satisfaga sus necesidades de diversión”, añade el ejecutivo.
Una de las innovaciones más rupturistas de los juegos de mesa modernos es la proliferación de juegos cooperativos. Aquí, los jugadores no compiten entre sí, sino que se unen para vencer al propio juego. Esta mecánica fomenta la comunicación, la planificación conjunta y el sentido de equipo, ofreciendo una experiencia social radicalmente diferente. Títulos como “La isla prohibida”, donde los jugadores deben escapar de la isla todos juntos, o “Rescate», en el cual los jugadores intentan rescatar a víctimas de un incendio en un edificio, son ejemplos brillantes de cómo los juegos pueden unir en lugar de dividir.
El crecimiento de los juegos de mesa modernos en los últimos 15 años es un fenómeno digno de estudio. A nivel global, el mercado muestra un crecimiento sostenido, con una facturación estimada en US$ 13.100 millones en 2023 y proyecciones que lo sitúan entre US$ 25.000 y US$ 32.000 millones para 2030. Estos números reflejan un resurgimiento notable del ocio analógico y cara a cara en una era dominada por las pantallas.
Este auge también se evidencia en la explosión de la oferta: existen más de 125.000 juegos clasificados en la web especializada Board Game Geek. La producción de títulos nuevos saltó de unos 200 anuales en 1995 a más de 4.000 novedades. De ellos, solo solo un 5% entran en la dinámica de la edición internacional. Esta tendencia global tiene su correlato en Argentina. Como explica Juan Del Compare, la escena de juegos de mesa modernos en el país experimentó un crecimiento notable, con tiendas especializadas, grupos de juego y eventos que han logrado que el hobby llegue “a un público más masivo y diverso”. “Hoy hay muchos más juegos y con una oferta tan amplia, que permite a cada persona encontrar el juego que lo entretiene. El perfil de jugador de juego de mesa moderno está en plena evolución: todavía tenemos un mercado especializado muy fuerte pero que se está expandiendo”.
El ejecutivo, por último, destaca la búsqueda de conexión social como parte de este fenómeno que atraviesa la industria. “Los juegos de mesa son una excusa perfecta para reunirse y compartir tiempo de calidad con amigos y familiares. Ofrecen una interacción humana directa”, destaca. Además, más allá del entretenimiento, los juegos de mesa modernos son poderosas herramientas para el desarrollo de habilidades. “Fomentan el pensamiento crítico, la planificación estratégica, la resolución de problemas, la negociación, la gestión de recursos, la toma de decisiones bajo presión y, en los cooperativos, el trabajo en equipo y la comunicación efectiva”, añade.