La estacionalidad, la baja de retenciones y la suba del dólar presionaron sobre la inflación de septiembre, que se ubicaría por encima de la medición de agosto y julio, aunque se vio contenida por los menores niveles de consumo.
Las estimaciones del noveno mes del año indican que la inflación se ubicó por encima de la de agosto (1,9%). Mientras que CyT la ancla en 2%, Invecq registró que en la cuarta semana del mes los precios se aceleraron y dieron un promedio para el mes de 2,1%. Analytica y Econviews coinciden en esta estimación. Para LCG esta alcanzó un 2,3%, 0,4 puntos más que en el mes anterior. Las últimas estimaciones de Eco Go dan cuenta de que se ubicaría en 2,4%, al igual que notó Libertad y Progreso.
Septiembre tuvo todo menos calma. Después de la derrota electoral del oficialismo en la provincia de Buenos Aires, el dólar oficial trepó un 2,8% mientras que el blue subió 9,5%, el MEP un 10,2% y el Contado con Liquidación un 13,5%. Estos últimos se aceleraron en especial en las últimas ruedas dadas las nuevas restricciones cambiarias implementadas por el Banco Central.
El gobierno de Javier Milei ha hecho una bandera de la baja de la inflación. Lleva tres meses con IPC por debajo del 2%. Desde mayo que todas las mediciones mensuales empiezan con un «1». Esta sería la primera vez desde abril en que retoma el «2». En abril, el IPC fue de 2,8%.
Es probable que la inflación enero-septiembre de 2025 siga siendo la más baja desde 2020, cuando había pandemia. Y que incluya haya sido inferior a los mejores registros del gobierno de Mauricio Macri. Sin embargo, que se haya acelerado en lugar de retroceder sería una preocupación para el Gobierno.
La suba del dólar, dijeron desde Libertad y Progreso, suele demorar en trasladarse a los bienes, por lo que esperan que «en el corto plazo, la inflación mensual se mantenga por encima del 2% e incluso pueda subir algunas décimas más en los próximos meses».
Los bajos niveles de consumo y actividad contuvieron el traspaso a precios, los bienes vinculados al dólar sintieron el efecto. Según CyT, el mayor aumento se dio en indumentaria por el cambio de temporada (4,7%), y le siguió transporte (3,5%), empujado por los precios de vehículos, combustibles y pasajes aéreos, «todos muy ligados al tipo de cambio».
Desde LCG observaron que los regulados mostraron una dinámica similar a la de agosto, por aumentos en el transporte público en el AMBA, con subas del 2% por encima de la inflación pasada.
Para los estacionales, detectaron que retoman las variaciones positivas, en especial frutas y verduras, algo que también vieron desde Econviews, que para el mes promedió un aumento de 1,9% en los alimentos, incentivados en la última semana del mes por subas del 7,7% en verdulerías.
Alimentos y bebidas trepó 1,8%, según CyT, por un salto del 10% en frutas. Aceites y grasas tuvieron un desempeño también acelerado.
La eliminación temporal de las retenciones hizo mella en las carnes. «La quita de derechos a la exportación para carnes persiste hasta el 31 de octubre. En la cuarta semana del mes, el precio del kilo vivo del novillo trepó 5,5% en pesos, lo que podría impactar en el precio al consumidor en próximas semanas», anticipó Lorenzo Sigaut Gravina, de Equilibra.
Cabe destacar que la menor variación que venían mostrando los alimentos asistió a la caída de la tasa de pobreza e indigencia.
Las variaciones se mantienen acotadas. Desde Qualy observaron que esta falta de traslado a precios se explica «más por debilidad de la demanda que por un éxito de la política económica, dado que los precios mayoristas -más ligados al dólar que minoristas- avanzan con mayor velocidad y anticipan presiones inflacionarias».
En este sentido, desde la Cámara de Comercio dieron cuenta de una caída del consumo ya en agosto, con una contracción interanual del 0,5% y desestacionalizada del 0,6%. Así, interrumpió ocho meses consecutivos de crecimiento interanual, y repitió la caída mensual mostrada en julio.