El bloque kirchnerista del Senado fracasó este miércoles en su intento por aprobar en comisiones un pedido de interpelación a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei para que concurra al recinto a dar explicaciones sobre las denuncias que la involucran en casos de supuesta corrupción.
La ofensiva opositora terminó frustrada en medio de suspicacias de los propios senadores de Unión por la Patria, muchos de los cuales se molestaron por la notoria ausencia de las autoridades de la bancada en las dos oportunidades en que se pusieron a debate los proyectos que reclamaban la presencia de la hermana de Javier Milei.
Las miradas acusadoras recayeron sobre José Mayans (Formosa) y Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), presidente y vicepresidenta del bloque, quienes se retiraron del recinto de reuniones justo antes de que comenzaran a discutirse los pedidos para que Karina Milei comparezca ante la Cámara alta para hablar de los audios de Diego Spagnuolo, exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), que la involucran en un supuesto pedido de coimas.
Tampoco obtuvo dictamen un pedido para interpelar al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, por haber anunciado que el Gobierno no piensa cumplir con la ley de emergencia en discapacidad luego de que ambas cámaras del Congreso rechazaran el veto presidencial.
En este caso, la razón fue la negativa de sumar sus firmas de algunos sectores de la oposición que son críticos del Gobierno, pero no quieren quedar pegados a lo que consideran una jugada electoral del kirchnerismo.
Así, al término de cuatro plenarios de comisión consecutivos y del tratamiento de, al menos, media docena de proyectos que pedían interpelaciones a diferentes funcionarios del Gobierno, sólo resultaron aprobados dos proyectos que reclaman la presencia del ministro de Salud, Mario Lugones.
La comparecencia del jefe de la cartera de Salud consiguió dos dictámenes diferentes, aunque en ninguno se especifica la fecha de la citación que, todo indica, será definida cuando el texto se trate en el recinto de la Cámara alta.
En el primero, firmado por la comisiones de Asuntos Constitucionales y de Salud, se lo convoca para que explique sobre el fentanilo contaminado, la situación del Hospital Garrahan y el programa de combate el dengue y al chicungunya.
En el otro, firmado por las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Población y Desarrollo Humano, la cita es para que brinde detalles sobre la cancelación de pensiones no contributivas por invalidez y por los recortes al sistema de atención a personas con discapacidad.
Todos los plenarios se desarrollaron con la ausencia de los representantes del oficialismo y de la mayoría de los senadores de Pro y de la UCR. De estas últimas dos bancadas sólo participaron de la reuniones el radical fueguino Pablo Blanco y Guadalupe Tagliaferri (Capital) y Beatriz Avila (Tucumán), ambas integrantes de Pro.
Si bien las interpelaciones a Lugones reunieron el apoyo de varias bancadas, quedó plasmada la diferencia entre el kirchnerismo y algunos senadores de la UCR y el Pro por la oportunidad política en la que se impulsaban las citaciones a los funcionarios.
Así lo hizo notar el senador Blanco, cuando en dirección a Mayans dijo que se alegraba porque “el jefe del bloque de Unión por la Patria se dio cuenta de que los ministros tienen que rendir cuentas”, tras lo cual le recordó los desplantes protagonizados por funcionarios de la administración kirchnerista de Alberto Fernández.
El radical fueguino fue más allá y dijo que apoyaba la comparecencia de Lugones, pero que quería que se hiciera después de las elecciones del 26 de octubre. “No quiero que otros se hagan los dueños de la agenda que no pudimos tratar antes porque no venían a las comisiones y también para que el Gobierno no se victimice”, aseguró.
En la misma línea se manifestó Tagliaferri, quien destacó que apoyaba la interpelación por las reiteradas negativas de Lugones a brindar informes ante las comisiones del Senado. “Entiendo que el tema sucede en medio de la contienda electoral, pero la situación es tan grave por la cantidad de muertes por fentanilo que excede el tema electoral”, justificó su postura la senadora porteña.
“Es necesario que el ministro (de Salud) venga a dar explicaciones pertinentes para saber si tenemos un Gobierno que transparente o corrupto”, sentenció Mayans, molesto por las acusaciones que Blanco había lanzado contra su bancada.
Sin embargo, tanto Mayans como Fernández Sagasti, su segunda en la conducción del bloque, se retiraron de la reunión cuando llegó el momento de discutir los pedidos de interpelación a Karina Milei.
La ausencia fue más llamativa aún si se tiene en cuenta que el jefe de la bancada era autor de uno de los proyectos que estaban en debate y reclamaban la comparecencia de la hermana presidencial.
Así, la única voz kirchnerista que se levantó pidiendo la presencia de Karina Milei fue la del salteño José Leavy, autor de otro proyecto en discusión en ese momento.
En medio de la confusión de senadores que entraban y salían o que se levantaban para firmar los proyectos que circulaban para su firma, ninguno de los pedidos que tenían a Karina Milei como protagonista reunió los respaldos necesarios para alcanzar dictamen.