La Facultad de Arquitectura y Urbanismo fue escenario de un simulacro de crisis con toma de rehenes, una práctica inédita que buscó entrenar a docentes, estudiantes y personal universitario para actuar ante situaciones extremas. La actividad, que se realizó este martes en el Aula Magna, cerró el ciclo de capacitación sobre primer respondedor en emergencias organizado por la Coordinación de Higiene y Seguridad de la FAU, a cargo de la arquitecta Natalia Gálvez, junto al Servicio de Higiene y Seguridad de la UNT y la Secretaría General.
El operativo estuvo a cargo del Grupo CERO, unidad táctica especializada de la Policía de Tucumán, que recreó una toma de rehenes con intervención de sus efectivos y participación de estudiantes. El objetivo fue evaluar los tiempos de reacción, el trabajo coordinado con las autoridades universitarias y la respuesta del personal en un contexto de tensión controlada.
La arquitecta Natalia Gálvez explicó que la capacitación fue el resultado de un trabajo conjunto entre la universidad y las fuerzas de seguridad provinciales. Señaló que el propósito fue “entrenar al personal en la toma de decisiones rápidas, saber cómo actuar, aislar el peligro y priorizar la vida de las personas antes que cualquier bien material”.
El jefe de Policía, Joaquín Girvau, destacó la importancia de incorporar este tipo de prácticas al proceso formativo de los futuros agentes. Indicó que 50 aspirantes que están por ingresar a la fuerza participaron del simulacro, y que este tipo de experiencias también permite fortalecer la capacitación interna de la institución.
Girvau sostuvo que la policía tucumana se convirtió en una referencia nacional en materia de formación, y que otras provincias ya se acercan para replicar este tipo de entrenamientos. “La preparación es la clave para actuar con calma y precisión ante cualquier crisis”, expresó.
El simulacro se desarrolló sin incidentes y fue supervisado por autoridades de la Dirección de Protección Universitaria, del Ministerio de Seguridad y de la FAU-UNT. La jornada concluyó con una demostración táctica y la revisión de los procedimientos aplicados durante el ejercicio.
Desde la UNT remarcaron que la universidad busca instalar una cultura de prevención y respuesta rápida ante emergencias, con capacitaciones que promuevan la seguridad en todos los ámbitos de la vida académica.