Nuevamente Scott Bessent apareció para traer calma en los mercados: volvió a vender dólares en la plaza cambiaria dando vuelta una jornada en la que trepaba fuerte la moneda norteamericana y caían bonos y acciones. En declaraciones a periodistas en Washington, el secretario del Tesoro amplió a u$s 40.000 millones la asistencia con la participación de fondos soberanos y bancos norteamericanos.
Fuentes del mercado consultadas aseguraron que las ventas ordenadas por Bessent habrían totalizado u$s 150 millones como máximo en una jornada en la que el total negociado ascendió a casi u$s 900 millones. El cierre encontró al dólar mayorista en $ 1.373 cuando llegó a operarse a $1.395 antes del anuncio de Bessent.
Desde Washington surgían noticias clave también para los inversores. En los próximos días, seguramente antes de las elecciones del 26 de octubre, se anunciarán los detalles del swap por u$s 20.000 millones. En el marco del Atlantic Council, una cumbre en paralelo a la asamblea anual del FMI, Santiago Bausili aseguró que están preparando toda la documentación técnica y que será similar al instrumentado por México y que aún sigue vigente con un plazo de 30 años. También en encuentros con inversores funcionarios argentinos dejaron entrever que el plan para el 2026 es emitir un bono por u$s 5.000 millones en el marco de una eventual reapertura del crédito al país en los mercados internacionales.
Fuentes presentes en Washington destacaron que los fondos soberanos que podrían participar del paquete de u$s 20 mil millones adicional anunciado por Bessent son los de Qatar, Singapur, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos. Los bancos norteamericanos harían una suerte de préstamo puente. El impacto en los bonos argentinos fue inmediato dado que pasaron de estar casi 2% abajo en el día a casi 1% al cierre.
¿Por qué no suben más los títulos argentinos y baja más el riesgo país? La razón principal pasa por el deseo de ver concretados los anuncios. Por ello la importancia de que el swap puede verse cristalizado en el corto plazo en las reservas del BCRA que podrían trepar a u$s 62.000 millones. Los montos que se están mencionando son relevantes: el total de los bonos en circulación en dólares son menores a los u$s 40.000 millones.
En paralelo el riesgo político existe en la mente de los inversores. Resulta relevante medir el eventual resultado de las elecciones en la gobernabilidad, que es lo que miran los inversores. El informe de Morgan Stanley de esta semana lo grafica: si LLA obtiene entre 25% y 30%, de los votos, pasaría a obtener una cantidad de diputados entre 65 y 72 desde los 40 actuales. Si en las elecciones obtiene entre el 30% y 35% de los votos, pasaría a detentar entre 72 y 80 asientos. Un escenario más optimista entre el 35% y 40% de los votos, llevaría a contar para LLA entre 80 y 90 diputados. El número mágico es el de 85 diputados, un tercio de la cámara, para asegurar los vetos presidenciales y eventuales juicios políticos.
El problema del mercado es la iliquidez: las tasas van del 60% al 75% en los papeles domésticos con la caución en tres dígitos. Los fondos de money market siguen sufriendo rescates.
Ya se ve la línea de llegada: restan siete ruedas financieras para el 26-O.
