Las horas pasan y los días se suceden unos a otros y esto significa que cada vez estamos más cerca de la urnas en Tucumán. Son las elecciones nacionales de medio término que sirven para renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado nacional.
Antes de las elecciones hablan las encuestas, que no son un medio fidedigno para adelantarse a lo que pueda ocurrir, pero configuran un fetiche. Todos las consultan y le creen. Gran negocio preelectoral.
Los pálpitos también ocupan un lugar importante. Son las percepciones de aquellos que toman la temperatura social, acumulan datos sueltos y los ordenan mentalmente para tratar de obtener un modelo comprensible.

El oficialismo bajo el nombre de Tucumán Primero desborda de confianza. Se repiten unos a otros y lo dejan trascender para que se refleje en la prensa que la expectativa es lograr conquistar tres de las cuatro bancas que se ponen en juego en Tucumán. Los actos políticos fueron todos muy concurridos.
Cuenta con una chequera de tamaño XXL. Es inigualable para cualquier competidor porque están en el poder y el poder es básicamente dinero, de lo contrario no habría tanta pasión por competir y lograr un espacio.
El peronismo además, tiene en su poder el manejo de la gobernación, la mayoría de las 93 comunas rurales y de los 19 municipios. O sea, son las estructuras político institucionales que tienen dinero para emplear trabajadores y para dar ayudas y subsidios. En una provincia pauperizada eso es oro en polvo. Sin dejar de lado las reales convicciones, que son parte de una religión pagana que mantiene fieles permanentes.

En Unidos por Tucumán se entiende con claridad meridiana que es el espacio que más arriesga. Ponen una banca en juego y no la pueden perder. Sería una catástrofe política, sin retorno. Roberto Sánchez, lo sabe al igual que su entorno conformado por desteñidos dirigentes que ya no tienen crédito para poner la cara y el nombre en las boletas. Se conforman con que «Roberto» mantenga parte del apoyo que tuvo hace dos años en las elecciones provinciales. Se mantuvo en su banca de Diputado sin luces ni escándalos. No sobresale ni tampoco desentona. Tiene un transitar medido y se mantiene siempre correcto. Eso en política tiene un valor, aunque en épocas donde la intensidad de las pasiones crece se necesita algo más.
La Libertad Avanza (LLA) tiene todo para ganar. Es la primera elección que se presenta con ese sello en esta geografía, no tiene diputado del partido porque Gerardo Huesen que es un traidor de FR, que llegó por ese espacio político pero se cruzó hacia el oficialismo. No fue electo por libertario. A veces «Roma paga traidores».
Federico Pelli, fue creciendo en protagonismo y en discurso. Comenzó tarde por la falta de definición de los candidatos de Milei en la provincia. Es tal la confianza que fue ganando que ahora sostiene que el peronismo sacaría dos bancas y que las otras dos serían para los libertarios. Cree que en una elección polarizada el resto de los candidatos se desdibuja y prevalece el voto útil. Entiende que las opciones son Milei o el pasado, sintetizada en la frase «La Libertad Avanza o la Argentina retrocede».

La visita de Milei el sábado a Tucumán sorprendió a más de uno. Mucha concurrencia, mucha vibra y emoción. Jóvenes con características peronistas vivaron al libertario con fuerza y convicción. Fue una presencia que puso incómodo al oficialismo local y llenó el corazón de emoción a los violetas. Las redes sociales fueron un reflejo de la presencia de Milei en Tucumán.
El peronismo puede llegar a obtener las tres bancas de las que hablan en las reuniones. Las encuestas que tienen ratifican que es un objetivo posible. Pero eso no significará que se logró con la unidad. No existe como tal. Hubo sólo un acuerdo transitorio para obtener el mejor resultado. Pero el lunes 27 de octubre se volverá a la realidad. Jaldo y Manzur no son socios, son contrincantes internos, tienen proyectos e intereses políticos paralelos. Esto no significa que no puedan lograr acuerdos de paz. Siempre hay espacio para plantear acuerdos. Pero son eso y nada más que eso.
Manzur se mostró muy activo en la campaña, para sorpresa y disgusto de Casa de Gobierno. Realizó actos paralelos a los que organizó Jaldo. Hay quienes dicen que Manzur revivió políticamente y retornó a sus aspiraciones truncas. Algunos sostienen que quiere estar en la fórmula nacional en 2027. Algo que es casi imposible porque no cuenta con ninguna consideración dentro del esquema nacional del peronismo. Es una pretensión que solo tiene sostenedores de cabotaje. Otros se animan a aventurar que quiere volver a pelear las elecciones provinciales. Aunque nunca demostró estar incentivado para esa contienda. Y finalmente están los que dicen que si el peronismo logra tres bancas que «Juan» asumiría y dejaría la banca del Senado para Elina Mansilla. Hay que tener en cuenta que la Cámara de Diputados será la más adversa a los intereses del gobierno nacional cuando tenga que lograr los apoyos necesarios para sancionar las reformas pendientes: laboral, impositiva y previsional. Cada voto de diputados «valdrá» más que el voto en el Senado donde los números favorecerán más a Milei. Entonces, allí quiere estar «Juancito» a donde el voto «vale» más.

Las urnas arrojarán un resultado, a partir de ahí como ocurre siempre habrá ganadores y perdedores y el escenario político se reconfigurará porque hay que comenzar a pensar en 2027. De eso se trata la política.