La visita del banquero número uno del mundo, Jamie Dimon, CEO global de JP Morgan, ratifica lo que viene anticipando este diario: la institución financiera sinónimo de Wall Street está definiendo su estrategia de negocios en base a la confrontación mundial entre Estados Unidos y China.
En una conversación privada llamada «town hall» que duró 45 minutos junto al titular local, Facundo Gómez Minujin, transmitida para toda la región y Canadá, el hombre que lleva más de 20 años en su posición no se privó de nada y diseccionó el actual balance de poder en el planeta, habló de la Argentina, respaldó la alianza entre Donald Trump y Javier Milei y hasta se mostró alineado con la política del ajuste que hizo famoso al libertario en el mundo.
JP Morgan acaba de ser designado por el gobierno argentino para negociar una recompra de deuda en línea con instituciones financieras internacionales, al tiempo que es uno de los bancos que trabaja junto a Washington para reunir un fondo de unos u$s 20.000 millones para garantizar el pago de la deuda con acreedores privados y reforzar las reservas del Banco Central.
«La Argentina debería ser un país exitoso y debería ser un aliado de EEUU. Trump está muy cerca. Sé del esfuerzo que hace. Ustedes tienen una oportunidad para ser un proveedor seguro para el mundo», detalló el ejecutivo tras una consulta del público. Y se refirió al trabajo que está haciendo el secretario del Tesoro, Scott Bessent, que tuitea a diario sobre su intervención en el mercado cambiario y sobre la estabilidad financiera del país.
«Está tratando de que haya menos miedo de traer inversiones a la Argentina», indicó. Y en ese punto hizo una afirmación genérica que puede ser significativa en este contexto: «Si alguien va a poner u$s 10.000 millones, necesita garantías, no por la actual administración, si no para que no sea traicionado en el próximo gobierno».
En las últimas horas se conoció que los distintos bancos que trabajan en el paquete crediticio extra están sondeando garantías para asegurarse el repago de un nuevo eventual préstamo. Dimon mencionó de corrido una cifra que le brotó con naturalidad: «Hay u$s 400.000 millones de argentinos están fuera y quieren volver pero no quieren ser confiscados en una próxima administración».
Dimon reveló que verá al presidente Javier Milei «en los próximos días». Fuentes de la Casa Rosada confirmaron que posiblemente se concrete el encuentro del jefe de Estado y el banquero más influyente del mundo este viernes, en medio de las actividades de cierre de campaña de La Libertad Avanza.
El clima seguramente será cordial y hasta de coincidencias profundas. Durante un tramo de la conversación, Dimon enumeraba todos los recursos con los que cuenta la Argentina, desde la tierra, el campo, la energía y el capital humano, y le preguntó a Gómez Minujín cuánto era el PBI per cápita. «¿u$s 25 mil?» «No, debe ser u$s 10 mil», dijo el argentino. «Bueno, debería ser u$s 50 mil», espetó el CEO global.
A continuación, se despachó: «La buena política y la desregulación son gratis. Es gratis librarse de eso. Pero los burócratas que deben hacerlo son parásitos que viven de eso».
«Sueno como su presidente, ¿no?», completó. Y en ese momento soltó: «¿Donde está mi motosierra?«. El auditorio presencial y virtual estalló en risas.
Como anticipó El Cronista, JP Morgan está lanzando un plan de inversiones por u$s 1,5 billón para financiar por la próxima década industrias críticas para los intereses de los Estados Unidos, en un caso testigo del alineamiento del mundo de los negocios y las corporaciones con la pelea que está dando la Casa Blanca por la hegemonía mundial frente a China.
La charla de Dimon con Gómez Minujin dejó en claro el foco del banco en lo que según el financista estadounidense es «la geopolítica más complicada desde la Segunda Guerra Mundial».
Según su pensamiento, «la relación de EEUU con todos debe ser buena con todos», pero también advirtió que muchas veces debe haber un balance entre «comercio y seguridad» en la agenda de los países. Y apuntó: «EEUU necesita ganar aliados más fuertes en todo el mundo, y en especial en Latinoamérica».
En concreto, advirtió que «las empresas americanas deben invertir en la región» y que los organismos multilaterales «deben ayudar a invertir». «En Latinoamérica hay países donde hay mucha corrupción y luego nos acusan a las empresas por ello», expresó el banquero de 69 años, interrumpido por una tos que lo tuvo a mal traer durante toda la exposición.
«Pero hay que ocuparse de China, que es el principal socio comercial de Argentina y el resto de los países del continente», indicó. «Cuando hablas con esos países te dicen necesitamos la tecnología 5g, necesitamos a Huawei». Por eso, sentenció: «Hay que comprometerse»
